A criterio de la CE, la fusión no afectará la competencia en la Unión Europea. En tono muy diferente, el sábado, Pedro Solbes (viceprimer ministro y titular de Economía) puntualizaba que “la CNE aún no ha producido dictamen”. En realidad, eso significa que Madrid sigue pensando en un romántico “paladín nacional” que combine Endesa, Gas Natural e Iberdrola.
Todo empezó cuando, en septiembre, Gas Natural hizo una oferta pública accionaria (OPA) hostil de € 22.550 millones por Endesa. Insatisfecha, esta firma gestionó con E.On (la mayor compañía eléctrica de la UE) una OPA amistosa por € 29.100 millones. Ahí estalló un conflicto de intereses no justamente financieros: Gas Natural está vinculada al banco La Caixa, ídem del partido Socialista en el poder. A su vez, Endesa se relaciona con Caja Madrid y, por ende, con el partido Popular (clerical, neofranquista y furioso opositor).
A juicio de Solbes, “la medida de la CE eso preceptiva, pues la OPA de E.On tiene alcances comunitarios. No tenemos nada que objetar en ese sentido”. Pero el problema, ahora, es qué sucederá si esa oferta atraviesa los trámites administrativos y la de Gas Natural sigue congelada por orden judicial. Sin eufemismos, será un choque entre jurisdicciones –como el ocurrido entre Francia, la CE e Italia en el asunto Suez/Gaz de France/Enel-, agravado por las dificultades de Gas Natural, que deberá abonar una fianza de € 1.200 millones.
Si E.On toma Endesa, se habrá formado la firma de gas y electricidad más grande del mundo. En Argentina, la compañía española participa en Edesur, Central Costanera y Chocón, donde una dosis de management germano no vendría mal.
A criterio de la CE, la fusión no afectará la competencia en la Unión Europea. En tono muy diferente, el sábado, Pedro Solbes (viceprimer ministro y titular de Economía) puntualizaba que “la CNE aún no ha producido dictamen”. En realidad, eso significa que Madrid sigue pensando en un romántico “paladín nacional” que combine Endesa, Gas Natural e Iberdrola.
Todo empezó cuando, en septiembre, Gas Natural hizo una oferta pública accionaria (OPA) hostil de € 22.550 millones por Endesa. Insatisfecha, esta firma gestionó con E.On (la mayor compañía eléctrica de la UE) una OPA amistosa por € 29.100 millones. Ahí estalló un conflicto de intereses no justamente financieros: Gas Natural está vinculada al banco La Caixa, ídem del partido Socialista en el poder. A su vez, Endesa se relaciona con Caja Madrid y, por ende, con el partido Popular (clerical, neofranquista y furioso opositor).
A juicio de Solbes, “la medida de la CE eso preceptiva, pues la OPA de E.On tiene alcances comunitarios. No tenemos nada que objetar en ese sentido”. Pero el problema, ahora, es qué sucederá si esa oferta atraviesa los trámites administrativos y la de Gas Natural sigue congelada por orden judicial. Sin eufemismos, será un choque entre jurisdicciones –como el ocurrido entre Francia, la CE e Italia en el asunto Suez/Gaz de France/Enel-, agravado por las dificultades de Gas Natural, que deberá abonar una fianza de € 1.200 millones.
Si E.On toma Endesa, se habrá formado la firma de gas y electricidad más grande del mundo. En Argentina, la compañía española participa en Edesur, Central Costanera y Chocón, donde una dosis de management germano no vendría mal.