<p>Durante mucho tiempo, la norteamericana Boeing y la europea Airbus –aprovechando subsidios explícitos u ocultos- venían repartiéndose, o casi, el pingüe negocio de aviones grandes. Pero algunos cambios sectoriales pueden limitar ese condominio. Inclusive alguien como James Albaugh, director de la división naves comerciales en Boeing, admite que “este duopolio virtual de veinticinco años no será para siempre”.<br />
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El espectro de una puja más nutrida ya hace que los dos pesos pesados contemplen costosas modificaciones a sus modelos más vendidos. En pocos meses, Boeing debe actualizar los 737 de un solo pasillo, en tanto Airbus (controlada por European Aeronautics, Defense & Space, Eads) analiza ya cambios en la serie A320.<br />
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Hasta fines de 2009, ninguno tenía ideas de esa naturaleza, pero hoy los clientes exigen unidades menos pesadas, de combustión más eficiente y limpia. Por ejemplo, la línea C de Bombardier, de pronto un peligro para el predominio de los dos elefantes, que ofrece 150 asientos y 15% extra de rendimiento en vuelo. Por ahora, los canadienses pretenden “morder” el segmento con capacidad inferior a doscientos pasajeros y para distancias algo menores a las de Boeing o Airbus.<br />
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En cuanto a la empresa brasileña de aeronáutica (Embraer), tan estatal como Eads, considera presentar una versión mayor de su avión regional muy similar al Bombardier C. Mientras tanto, este tipo de modificaciones se les plantea a ambos gigantes en mal momento.<br />
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Por ejemplo, el norteamericano apostó miles de millones de dólares al 787 Dreamliner cuyo nombre –“nave de los sueños”- parece una cruel ironía: acumula tres años de retraso y ha desbordado con creces el presupuesto. <br />
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Tampoco marcha bien la versión actualizada del 747 (fuselaje ancho). En lo tocante a Airbus, el superjumbo A380 y el avión militar A400M siguen retrasados y pierden plata. Las dos compañías necesitan unos diez años para sustituir sus naves de pasillo único por modelos totalmente nuevos.</p>
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¿Bombardier y Embraer contra la hegemonía Airbus-Boeing?
La piedra de toque será, este mismo año, el plan de compras previsto por United Airlines. No se limitará a los competidores habituales. Según varios observadores, incluirá dos nuevas posibilidades: la brasileña Embraer y la canadiense Bombardier.