<p>Las otras dos hermanas acompañan. Ford Motor –como apunta el sitio Economist.com- ya no espera volver a dar ganancias en 2009 y se prepara para perder este año más de los US$ 2.700 millones de 2007. El 26 de junio, Chrysler salió a desmentir rumores bancarrota, nada raro recordando que la controla Cerberus Capital, un fondo extrabursátil que especula con compras apalancadas y aún no coloca toda la deuda generada por la transacción.</p>
<p>Al empezar 2008, GM y Forma mostraban cauto optimismo, cifrado en este semestre. Suponían que sus costosas y dolorosas reestructuraciones (achiques, en realidad) comenzarán a dar frutos. Junto con Chrysler, habían impuesto a American Auto Workers convenios leoninos que permitían despidos y retiros masivos en nombre de la productividad. Tenían un motivo: rivales de Asia oriental y Europa occidental tienen plantas en zonas de EE.UU. sin convenios laborales.</p>
<p>Pero el sector fue sorprendido y castigado por la caída de precios inmobiliarios y el salto de los combustibles. La nafta a US$ 1,05 por litro está alterando radicalmente la demanda del público y la baja de viviendas obligan a posponer la compra o el cambio del coche.</p>
<p>Detroit sigue agobiado por modelos caros y traganafta. Esos utilitarios deportivos y camionetas eran posibles cuando el litro de combustibles costaba solo 57 centavos. Convencido de que el país nunca abandonaría el culto a esos vehículos, el management de Ford o Chrysler apostaron todo las pickups F-150 y Dodge Ram. Pero, en junio, la venta de camionetas y coches cayó 18% respecto de un año antes.</p>
<p>GM y Ford tiene un magro consuelo: sus operaciones en China, Rusia, Surcorea, Brasil y Argentina rinde utilidades porque se manejan bien. Esto pone histérico particularmente a Richard Wagoner, cuyos siete años e gestión en GM acumularon fracaso tras fracaso.</p>
<p><strong>Más números</strong></p>
<p>Para disimular, Bloomberg los llama “camiones”, pero se trata de camionetas y utilitarios deportivos caros. Toyota Motor, líder mundial, GM y Ford admiten que la nafta cara demuela las ventas. Los ingresos de GM (cuyo eterno presidente ejecutivo vuelve a tambalear) cedieron 19%, los de Toyota 21% y 28% los de Ford. Honda y Volkswagen, centrados en coches convencionales, se salvaron con un aumento de 1% cada uno, apenas.</p>
<p>Esos números no sorprenden a los analistas, cuya mayoría anticipaba malos resultados para compañías aferradas a utilitarios deportivos y otros costosos anacronismos. Ahora, faltan autos convencionales porque Detroit ignoró las tendencias de la demanda y siguió acumulando traganaftas invendibles, sostienen a coros varios consultores especializados.</p>
<p>La declinación mensual puede llegar hasta fin de año. Por ejemplo, van ya dos meses que la “estrella” de Ford, una enorme camioneta serie F, vende menos que dos Toyota (Corolla, Camry) y dos Honda (Civic, Accord). De la veintena de modelos fabricados por Ford, sólo dos avanzaron el mes pasado, Mercury Milan (+7,6%) y Ford Fusion (+18%), de precio y consumo razonables. Pero, en total, las cuatro divisiones de la firma retrocedieron una media de 22% en ventas.</p>
<p>Irónicamente, le fue bien (5.570 unidades) a Land Rover y Jaguar. Pero habían sido compradas por Tata Motors. Por el contrario, utilitarios deportivos de gran porte, como el Lincoln MKX, cayeron 17% en junio. Mientras tanto, el volumen desestacionalizado de ventas anuales en Estados Unidos-Canadá se contrajo 16% entre julio de 2007 y el mes pasado: de 15.700.000 a 13.200.000 unidades. Es el mínimo desde marzo de 1993.</p>
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Automotrices norteamericanas y una incómoda sensación de estar achicándose
Naftas cada vez más caras agravan los problemas de Detroit y sus tres firmas, ya no tan grandes. General Motors segunda del mundo- cerró junio con una capitalización bursátil de apenas US$ 6.000 millones. Desde 1954 no volaba tan bajo.