Esta dimisión y otras en estamentos inferiores reflejan los severos problemas que sufre AT&T. Bernard fue velozmente reemplazada por William Hannigan, ex CEO de Sabre Holdings, grupo de turismo en línea.
A criterio de varios analistas, estos cambios subrayan un intento de David Dorman, CEO de la empresa, para revertir la contracción de ingresos y la sobrecapacidad de oferta. A su vez, efecto de una demanda por demás floja. Al respecto, Dorman se ha comprometido a que la división de servicios empresarios vuelva a crecer, tras varios años de estancamiento.
“Esta compañía tenía una cultura muy burocrática. Por tanto, mi prioridad es armar un equipo apto para mejorar el marketing y aumentar ventas”, señaló ayer el CEO. Desde asumir el cargo, por el contrario, Bernard se dedicó exclusivamente a recortar costos y achicar elencos gerenciales.
Además, la ejecutiva tenía como meta alcanzar el máximo cargo del grupo; o sea, desplazar a Dorman. A punto tal que no disponía de ofertas laborales dentro o fuera del sector. Esto tiene una posible explicación: quizá su contrato le impida ingresar a otra compañía de telecomunicaciones hasta dos años después de abandonar AT&T.
Por otra parte, al tomar a Hannigan, Dorman sigue recomponiendo un grupo que ya había trabajado con él. Ambos estuvieron en Pacific Bell, antes de que la comprara SBC en 1997.
La incorporación de Hannigan sugiere que AT&T ha desistido de fusionarse con Bell South, algo hace poco casi seguro. En cuanto a estrategias, el nuevo presidente de junta probablemente dé preferencia a servicios empresarios, “la mejor opción ahora que lo peor ha pasado para las telcos” (cree la consultora Aventis).
Esta dimisión y otras en estamentos inferiores reflejan los severos problemas que sufre AT&T. Bernard fue velozmente reemplazada por William Hannigan, ex CEO de Sabre Holdings, grupo de turismo en línea.
A criterio de varios analistas, estos cambios subrayan un intento de David Dorman, CEO de la empresa, para revertir la contracción de ingresos y la sobrecapacidad de oferta. A su vez, efecto de una demanda por demás floja. Al respecto, Dorman se ha comprometido a que la división de servicios empresarios vuelva a crecer, tras varios años de estancamiento.
“Esta compañía tenía una cultura muy burocrática. Por tanto, mi prioridad es armar un equipo apto para mejorar el marketing y aumentar ventas”, señaló ayer el CEO. Desde asumir el cargo, por el contrario, Bernard se dedicó exclusivamente a recortar costos y achicar elencos gerenciales.
Además, la ejecutiva tenía como meta alcanzar el máximo cargo del grupo; o sea, desplazar a Dorman. A punto tal que no disponía de ofertas laborales dentro o fuera del sector. Esto tiene una posible explicación: quizá su contrato le impida ingresar a otra compañía de telecomunicaciones hasta dos años después de abandonar AT&T.
Por otra parte, al tomar a Hannigan, Dorman sigue recomponiendo un grupo que ya había trabajado con él. Ambos estuvieron en Pacific Bell, antes de que la comprara SBC en 1997.
La incorporación de Hannigan sugiere que AT&T ha desistido de fusionarse con Bell South, algo hace poco casi seguro. En cuanto a estrategias, el nuevo presidente de junta probablemente dé preferencia a servicios empresarios, “la mejor opción ahora que lo peor ha pasado para las telcos” (cree la consultora Aventis).