<p>Chrysler-Cerberus Capital Management mantiene US$ 6.900 millones en deudas no titulizadas. No sólo con esas entidades financieras, sino también con fondos de cobertura, veras máquinas especulativas que nunca debieron ingresar en Detroit. Según la nueva propuesta, el pasivo íntegro será cancelado a cambio de dos mil millones en efectivo.<br />
La disparidad entre montos (el segundo es 71% inferior al primero) subraya a las claras el “aire caliente” asociado a la deuda. A su vez, aquellos cuatro acreedores principales representan 70% del pasivo nominal. Naturalmente, los fondos especulativos podrían rechazar el esquema y obligar a que el estado busque modos de excluirlos. Por ejemplo, interviniéndolos como sugiere United Auto Worlers.<br />
Debe tenerse presente que los fondos de cobertura –a diferencia de los bancos- tienen mayormente deudas titulizadas, pero no están solos en esa categoría de acreedores.<br />
Justamente, desde este miércoles los prestamistas titulizados (o sea, tenedores de bonos) examinan el borrador de convenio hecho en Hacienda. A su vez, un grupo de bonistas intransigentes presiona vía medios especializados con tres objetos: forzar la quiebra, trabar la alianza con Fiat y frustrar una operación apoyada por el propio Barack Obama. <br />
Si se llega a acuerdo en firme, empero, los acreedores recibirán alrededor de 28% del precio nominal. Esos bonistas hostiles sostienen que sus papeles valen 60%, pero el mercado los cotiza a menos de 22%. La idea original del Tesoro era pagarlos entre esa cota y 25%, pero luego pasó a 28% para atraer a los acreedores no titulizados. <br />
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Arreglo de Chrysler para evitar concurso
El Tesoro alistó un acuerdo en principio entre la automotriz y los cuatro bancos principales. Vale decir, JPMorgan Chase, Citigroup. Goldman Sachs y la banca inversora Morgan Stanley. Si cristaliza como sucedió con el gremial-, no habrá convocatoria.