El candidato presidencial del Partido Justicialista (PJ), Eduardo Duhalde, expresó ayer su acuerdo en que se convierta en una “cuestión de Estado” la investigación del atentado contra la sede de la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA), al recibir un petitorio de un grupo de familiares y amigos de las víctimas del ataque ocurrido el 18 de julio de 1994. Al término de la reunión que mantuvieron ayer, los familiares consideraron “insuficientes”, de todas formas, las explicaciones que les brindó Duhalde, y se retiraron disconformes porque entendieron que el candidato oficialista se negó a asumir las responsabilidades políticas que le adjudicaron por la falta de esclarecimiento del atentado a la mutual judía, en el que están involucrados cuatro hombres de la Policía Bonaerense. Entre otras exigencias, Duhalde aceptó el aporte de más recursos para investigar para investigar el caso. Por otro lado, el sistema Excalibur fue implantado en la causa, tras cinco años de investigaciones. El uso del sistema detectó apenas un dato curioso: Carlos Telleldín, el último tenedor de la Trafic, recibió una llamada desde un celular que estaba a nombre de la empresa Justice SA, de Luis Dobnievsky, el abogado de la AMIA, cinco días antes del atentado.
(Clarín, Página/12, La Prensa)
El candidato presidencial del Partido Justicialista (PJ), Eduardo Duhalde, expresó ayer su acuerdo en que se convierta en una “cuestión de Estado” la investigación del atentado contra la sede de la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA), al recibir un petitorio de un grupo de familiares y amigos de las víctimas del ataque ocurrido el 18 de julio de 1994. Al término de la reunión que mantuvieron ayer, los familiares consideraron “insuficientes”, de todas formas, las explicaciones que les brindó Duhalde, y se retiraron disconformes porque entendieron que el candidato oficialista se negó a asumir las responsabilidades políticas que le adjudicaron por la falta de esclarecimiento del atentado a la mutual judía, en el que están involucrados cuatro hombres de la Policía Bonaerense. Entre otras exigencias, Duhalde aceptó el aporte de más recursos para investigar para investigar el caso. Por otro lado, el sistema Excalibur fue implantado en la causa, tras cinco años de investigaciones. El uso del sistema detectó apenas un dato curioso: Carlos Telleldín, el último tenedor de la Trafic, recibió una llamada desde un celular que estaba a nombre de la empresa Justice SA, de Luis Dobnievsky, el abogado de la AMIA, cinco días antes del atentado.
(Clarín, Página/12, La Prensa)