En poco más de dos semanas, el 2 de julio, deberán confirmase las ofertas subsistentes (sólo dos) por 49,9% del paquete, más el gerenciamiento, en la aerolínea de bandera. El otro concurrente, AirOne -Carlo Toto-, señalaba el lunes que sigue adelante, aunque tampoco le gusten los números.
No obstante, el martes surgió algo inesperado: la alianza entre Texas Pacific Group, Matlin Patterson (dos fondos que especulan con compras apalancadas) y Mediobanca replantearon su propuesta a hacienda. Casi la misma que habían retirado en mayo. Como esta oferta no salvaguardaba la “italianidad” de Alitalia, es posible que –en esta oportunidad- se busque un acuerdo con AirOne.
Debe consignarse que Irina Dannenberg, portavoz de Aeroflot, se limitó a aclarar que su compañía “continúa estudiando la documentación recibida de Roma, pero las decisiones recién se tomarán a principios del mes próximo”. No obstante, fuentes allegadas al directorio de la oferente creen que las condiciones impuestas por Italia no son atractivas.
Por supuesto, varios miembros de esa junta reflejan el pensamiento del propio gobierno ruso. A su criterio, compartido hasta ayer por TPG-Matlin-Mediobanca (parece haber cambiado de opinión), AirFrance-KLM y Lufhtansa -nunca se presentaron-, los italianos “no quieren desarrollar ni recapitalizar la compañía de bandera, sino sacarle la mayor suma de dinero posible a esta semiprivatización”. Duras palabras.
En verdad, nada está claro en este culebrón. Empezando por la postura de Unicredito, socio de Aeroflot, que debe definir algunos términos antes del sábado próximo. Tampoco queda claro por qué los rusos hablan de “precio muy caro”, si éste se fija justamente vía el concurso. A menos que, como suponen varios analistas, el calificativo le quepa a la capitalización bursátil, en sí bastante afectada por el déficit de 2006.
Hasta la sorpresiva reaparición de TPG & cía., la alianza AirOne-Intesa-SanPaolo sospechaba que podía quedarse sola ante un paquete nada seductor. En mayo, por ejemplo, Alitalia perdió 4,5% de trafico respecto de junio anterior y 3,8% de pasajeros (2.140.000).
En poco más de dos semanas, el 2 de julio, deberán confirmase las ofertas subsistentes (sólo dos) por 49,9% del paquete, más el gerenciamiento, en la aerolínea de bandera. El otro concurrente, AirOne -Carlo Toto-, señalaba el lunes que sigue adelante, aunque tampoco le gusten los números.
No obstante, el martes surgió algo inesperado: la alianza entre Texas Pacific Group, Matlin Patterson (dos fondos que especulan con compras apalancadas) y Mediobanca replantearon su propuesta a hacienda. Casi la misma que habían retirado en mayo. Como esta oferta no salvaguardaba la “italianidad” de Alitalia, es posible que –en esta oportunidad- se busque un acuerdo con AirOne.
Debe consignarse que Irina Dannenberg, portavoz de Aeroflot, se limitó a aclarar que su compañía “continúa estudiando la documentación recibida de Roma, pero las decisiones recién se tomarán a principios del mes próximo”. No obstante, fuentes allegadas al directorio de la oferente creen que las condiciones impuestas por Italia no son atractivas.
Por supuesto, varios miembros de esa junta reflejan el pensamiento del propio gobierno ruso. A su criterio, compartido hasta ayer por TPG-Matlin-Mediobanca (parece haber cambiado de opinión), AirFrance-KLM y Lufhtansa -nunca se presentaron-, los italianos “no quieren desarrollar ni recapitalizar la compañía de bandera, sino sacarle la mayor suma de dinero posible a esta semiprivatización”. Duras palabras.
En verdad, nada está claro en este culebrón. Empezando por la postura de Unicredito, socio de Aeroflot, que debe definir algunos términos antes del sábado próximo. Tampoco queda claro por qué los rusos hablan de “precio muy caro”, si éste se fija justamente vía el concurso. A menos que, como suponen varios analistas, el calificativo le quepa a la capitalización bursátil, en sí bastante afectada por el déficit de 2006.
Hasta la sorpresiva reaparición de TPG & cía., la alianza AirOne-Intesa-SanPaolo sospechaba que podía quedarse sola ante un paquete nada seductor. En mayo, por ejemplo, Alitalia perdió 4,5% de trafico respecto de junio anterior y 3,8% de pasajeros (2.140.000).