<p>Por entonces, Mitterrand era candidato a presidente por el socialismo. La movida resultó innecesaria pero, merced a ella, 35 años después Nestlé considera elevar su parte y controlar una empresa líder mundial en su sector. ¿Lo permitirá Nicolas Sarkozy, un mandatario más “degaullista” que el difunto?</p>
<p>Ya en 2004, los suizos aumentaban su poder interno vía pacto con los Bettencourt: hoy Nestlé tiene 30%, contra 31% del clan. En abril próximo, ambos podrán vender sus acciones, por primera vez desde 2004, y los suizos deberán adoptar una decisión en firme. </p>
<p>Los accionistas de Nestlé ya se desesperan por averiguar si es negocio o no tomar una empresa de cosméticos de ese tamaño que, entretanto, vive una agria interna de familia. Liliane Bettencourt, hija del fundador y la mujer más rica del mundo, se enfrenta a su propia hija, heredera de su parte en el paquete. </p>
<p>En rigor, ni Nestlé ni la familia podrían modificar la relación de fuerzas hasta seis meses tras la muerte de Liliane, que tiene 86 años. Pero, especulan en BNP-Paribas, el pacto de 2004 pueden modificarse para sacar de bolsa las acciones y dar lugar a que los suizos eleven a 60% su parte. Ahora bien ¿tiene sentido cambiar las cosas en medio de la presente crisis internacional?</p>
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Ahora, Nestlé va en pos de LOréal, un ícono de París
No es la primera vez. En 1974 –revela el “Economist”-, la familia que controlaba la firma francesa de cosmética invitó a la suiza Nestlé a participar en el paquete. Los Bettencourt temían que François Mitterrand nacionalizase la compañía.