Ahora, Microsoft sabe que la UE es una potencia, dijo Monti

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Rechazando un recurso final, el tribunal europeo decidió que la firma debe pagar la multa dispuesta en 2004. Por entonces, se la acusó de abusar de posición dominante. Ahora, Bush protesta como si Microsoft fuese una empresa pública.

Fueron tres años de batalla judicial. La denuncia inicial provino de una asociación europea del negocio, donde figuraban International Business Machines (Samuele Palmisano), Oracle (Lawrence Ellison) y Sun Microsystems (Scott O’Neal, hoy casi incondicional de William Gates). El proceso en la cúpula de la Unión Europea fue abierto por Mario Monti, entonces comisario de competencia (cargo que hoy ocupa la holandesa Nellie Kroes).

En su momento, se impuso a la empresa una multa por € 497 millones, la mayor hasta el momento aplicada por la comisión europea. Firmó el dictamen Romano Prodi, entonces presidente de la UE y hoy primer ministro italiano. Aparte de la sanción pecuniaria, Microsoft debía compartir con sus competidores determinados códigos de acceso y ofrecer copias de Windows –de la versión 1998 en adelante- sin MediaPlayer.

El veredicto final de la corte europea (Luxemburgo) hizo ceder 1,1% las acciones de Microsoft, este lunes en Wall Street. Polìticamente, el pálido sucesor de Prodi queda en mala postura: el portugués João Manoel Durão Barroso hizo lo imposible para evitarle el mal trago a Gates. Sea como fuere, la multa no afecta gran cosa a una compañía que, este año, facturará por US$ 51.000 millones y tendrá utilidades por 14.000 millones.

Pero no todo fue pérdida para Microsoft. Como advierte Kroes, “mientras demoraba el dictamen final, la firma ha doblado de 40 a 80% su participación en el segmento”, Al parecer, la queja de George W.Bush no tuvo en cuenta tan pequeño detalle. Tampoco recordó que, en 2006, la segunda multa en valor (€ 272.250.000) le cupo al semiestatal Ente nazionale idrocarburi (ENI) y cinco grupos asociados en maniobras monopólicas que afectaban a la goma sintética.

Fueron tres años de batalla judicial. La denuncia inicial provino de una asociación europea del negocio, donde figuraban International Business Machines (Samuele Palmisano), Oracle (Lawrence Ellison) y Sun Microsystems (Scott O’Neal, hoy casi incondicional de William Gates). El proceso en la cúpula de la Unión Europea fue abierto por Mario Monti, entonces comisario de competencia (cargo que hoy ocupa la holandesa Nellie Kroes).

En su momento, se impuso a la empresa una multa por € 497 millones, la mayor hasta el momento aplicada por la comisión europea. Firmó el dictamen Romano Prodi, entonces presidente de la UE y hoy primer ministro italiano. Aparte de la sanción pecuniaria, Microsoft debía compartir con sus competidores determinados códigos de acceso y ofrecer copias de Windows –de la versión 1998 en adelante- sin MediaPlayer.

El veredicto final de la corte europea (Luxemburgo) hizo ceder 1,1% las acciones de Microsoft, este lunes en Wall Street. Polìticamente, el pálido sucesor de Prodi queda en mala postura: el portugués João Manoel Durão Barroso hizo lo imposible para evitarle el mal trago a Gates. Sea como fuere, la multa no afecta gran cosa a una compañía que, este año, facturará por US$ 51.000 millones y tendrá utilidades por 14.000 millones.

Pero no todo fue pérdida para Microsoft. Como advierte Kroes, “mientras demoraba el dictamen final, la firma ha doblado de 40 a 80% su participación en el segmento”, Al parecer, la queja de George W.Bush no tuvo en cuenta tan pequeño detalle. Tampoco recordó que, en 2006, la segunda multa en valor (€ 272.250.000) le cupo al semiestatal Ente nazionale idrocarburi (ENI) y cinco grupos asociados en maniobras monopólicas que afectaban a la goma sintética.

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