Wall Street: un clima escéptico, denso y pesimista
Las cotizaciones continuaban cediendo. El índice Standard& Poor´s 500 (la cartera clave en escala global) tocó ayer niveles de 1998, ahora por influjo de dos sectores relevantes también para otros indicadores: chips y fármacos.
4 julio, 2002
Entretanto, las bolsas europeas caían de 2,7 a 4,7% por el “efecto Vivendi”. Fabricantes de semiconductores como Intel cedían tras saberse que Morgan Stanley y Salomon Smith Barney (Citigroup) redujeron expectativas sectoriales. En el sector farmoquímico, Cardinal Health –la segunda droguería mayorista del país- afectó al resto revelando que ni siquiera los auditores de Arthur Andersen habían querido suscribir sus estados financieros de 2001 y 2001.
En otro plano, nueve de cada diez cotizantes en las pizarras principales (S&P 500, Nasdaq compuesto, Dow Jones industrial) sintieron el impacto de las advertencias sobre posibles atentados terroristas el 4 de julio, fecha emblemática para EE.UU. Entretanto, todos salen a vender.
Entretanto, las bolsas europeas caían de 2,7 a 4,7% por el “efecto Vivendi”. Fabricantes de semiconductores como Intel cedían tras saberse que Morgan Stanley y Salomon Smith Barney (Citigroup) redujeron expectativas sectoriales. En el sector farmoquímico, Cardinal Health –la segunda droguería mayorista del país- afectó al resto revelando que ni siquiera los auditores de Arthur Andersen habían querido suscribir sus estados financieros de 2001 y 2001.
En otro plano, nueve de cada diez cotizantes en las pizarras principales (S&P 500, Nasdaq compuesto, Dow Jones industrial) sintieron el impacto de las advertencias sobre posibles atentados terroristas el 4 de julio, fecha emblemática para EE.UU. Entretanto, todos salen a vender.