Wall Street sobreactuaba, en tanto el euro cedía a U$S 1,483

Un “día sánguche” a media máquina y la ola de compras a bajo precio en Estados Unidos hicieron rebotar más de lo prudente el Dow Jones 30 +1,42%, el Nasdaq compuesto 1,34% y 1,7% el Standard&Poor’s 500. Pero el trasfondo no ha cambiado.

23 noviembre, 2007

Un día antes, el euro había marcado otro récord, US$ 1,4873 (67,2 centavos por dólar), o sea +15,2% en el año y +12,5% en doce meses a ayer. Contra una canasta de veinticuatro monedas, el euro registraba 111,77. Pese al leve repliegue del viernes, algunos esperan US$ 1,50 la semana próxima. Un síntoma: el oro saltó de US$ 796 a 815 en pocas horas.

Extrañamente, altos funcionarios políticos, económicos y financieros de la Eurozona (los trece adherentes a la moneda común) eludan comentar semejante y tan prolongado impulso. Este silencio se parece al del gobierno norteamericano ante un dólar tan barato que promueve exportaciones de todo tipo.

En forma aislada, un grupo de industriales alemanes salió a sostener que puede resistir un euro de US$ 1,50 sin grandes transtornos. Parte del nuevo avance deriva de rumores circulantes ambos lados del Atlántico: la Reserva Federal rebajará de 4,5 a 4,25% anual la tasa básica, en diciembre.

Por el contrario, varios productores de hidrocarburos, dentro o fuera de la Organización de Países Exportadores Petroleros (OPEP), empiezan a sentirse muy incómodos con un dólar tan exiguo. Dentro del ente, sólo Saudiarabia –opera para Estados Unidos- se aferra a la divisa como unidad tarifaria. Otro preferirían una canasta euro-dólar-yen.

En cuanto al petróleo, hubo un rebote, pero no tan pronunciados como el del oro. Los crudos tejanos intermedios cerraron en US$ 98 el barril (Nueva York) y el Brent nórdico a 95,30 en Londres.

Un día antes, el euro había marcado otro récord, US$ 1,4873 (67,2 centavos por dólar), o sea +15,2% en el año y +12,5% en doce meses a ayer. Contra una canasta de veinticuatro monedas, el euro registraba 111,77. Pese al leve repliegue del viernes, algunos esperan US$ 1,50 la semana próxima. Un síntoma: el oro saltó de US$ 796 a 815 en pocas horas.

Extrañamente, altos funcionarios políticos, económicos y financieros de la Eurozona (los trece adherentes a la moneda común) eludan comentar semejante y tan prolongado impulso. Este silencio se parece al del gobierno norteamericano ante un dólar tan barato que promueve exportaciones de todo tipo.

En forma aislada, un grupo de industriales alemanes salió a sostener que puede resistir un euro de US$ 1,50 sin grandes transtornos. Parte del nuevo avance deriva de rumores circulantes ambos lados del Atlántico: la Reserva Federal rebajará de 4,5 a 4,25% anual la tasa básica, en diciembre.

Por el contrario, varios productores de hidrocarburos, dentro o fuera de la Organización de Países Exportadores Petroleros (OPEP), empiezan a sentirse muy incómodos con un dólar tan exiguo. Dentro del ente, sólo Saudiarabia –opera para Estados Unidos- se aferra a la divisa como unidad tarifaria. Otro preferirían una canasta euro-dólar-yen.

En cuanto al petróleo, hubo un rebote, pero no tan pronunciados como el del oro. Los crudos tejanos intermedios cerraron en US$ 98 el barril (Nueva York) y el Brent nórdico a 95,30 en Londres.

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