Wall Street: ganancias relativas, economía aún en problemas

A primera vista, las utilidades del III trimestre pintan bien para las cotizantes de la cartera Standard & Poor’s 500. Pero persisten algunos problemas y ha surgido otro escándalo. Ello se refleja en un Wall Street bastante volátil.

18 octubre, 2003

Proyecciones circulantes una quincena después de cerrado el lapso julio-septiembre indican que los réditos de firmas en el S&P 500 pueden a superar hasta 20% los de un año antes. Pero, apunta un análisis del “Financial Times”, esas ganancias “tal vez pasen a segundo plano a causa de nuevas señales negativas en la economía real, la escasa propensión inversora de las propias empresas y las nuevas tormentas judiciales en Nueva York y Boston”.

Junto con el economista Robert Kuttner (en “BusinessWeek”) y su colega inglés Alan Beatle, el periódico londinense teme que resurjan dudas sobre el repunte de las utilidades netas y del producto bruto interno”. Casi al mismo tiempo, Washington y Wall Street anticipaban 5,4% de alza anualizada para el PBI durante este trimestre.

Naturalmente, la mejora de balances, de por sí, es positiva. No lo es, por el contrario, el sesgo declinante reaparecido en los pedidos mayoristas a fábrica. “El repunte de ganancias no es como lo creen los inversores o lo pretenden ciertos analistas. A nuestro juicio, la tendencia no es sustentable”, señala la consultora Thomson First Call.

En general, Kuttner, Beatle y TFC estiman que la mejora trimestral se debe más a recortes de gastos y mayor productividad (o sea, menos costos laborales) que al alza de ventas. En el sector minorista, el líder Wal-Mart Stores advirtió –el miércoles 15- a los analistas bursátiles que “las ventas por fiestas mostrarán un aumento modesto sobre diciembre anterior”.

Como suele ocurrir, el mercado opta por la visión más optimista disponible. En este caso, la mejora contable del II trimestre y el leve descenso del desempleo. Así se explican los récords del año registrados estos días semana en el Dow-Jones industrial, el S&P 500 y los paneles Nasdaq. Hasta el amplio repliegue del viernes 17.

Hay un tercer factor: el descenso del dólar ante el euro y el yen. Pero, como observa Beatle, “el estímulo a la exportación creado por una divisa débil podrían quedar, más tarde, neutralizado por un alza de tasas (la T 10 vuelve a más de 4,3% anual) y un descenso de las acciones. En otras palabras, Wall Street quizás esté sobrepreciado, por lo cual cualquier factor puede desestabilizarlo.

Proyecciones circulantes una quincena después de cerrado el lapso julio-septiembre indican que los réditos de firmas en el S&P 500 pueden a superar hasta 20% los de un año antes. Pero, apunta un análisis del “Financial Times”, esas ganancias “tal vez pasen a segundo plano a causa de nuevas señales negativas en la economía real, la escasa propensión inversora de las propias empresas y las nuevas tormentas judiciales en Nueva York y Boston”.

Junto con el economista Robert Kuttner (en “BusinessWeek”) y su colega inglés Alan Beatle, el periódico londinense teme que resurjan dudas sobre el repunte de las utilidades netas y del producto bruto interno”. Casi al mismo tiempo, Washington y Wall Street anticipaban 5,4% de alza anualizada para el PBI durante este trimestre.

Naturalmente, la mejora de balances, de por sí, es positiva. No lo es, por el contrario, el sesgo declinante reaparecido en los pedidos mayoristas a fábrica. “El repunte de ganancias no es como lo creen los inversores o lo pretenden ciertos analistas. A nuestro juicio, la tendencia no es sustentable”, señala la consultora Thomson First Call.

En general, Kuttner, Beatle y TFC estiman que la mejora trimestral se debe más a recortes de gastos y mayor productividad (o sea, menos costos laborales) que al alza de ventas. En el sector minorista, el líder Wal-Mart Stores advirtió –el miércoles 15- a los analistas bursátiles que “las ventas por fiestas mostrarán un aumento modesto sobre diciembre anterior”.

Como suele ocurrir, el mercado opta por la visión más optimista disponible. En este caso, la mejora contable del II trimestre y el leve descenso del desempleo. Así se explican los récords del año registrados estos días semana en el Dow-Jones industrial, el S&P 500 y los paneles Nasdaq. Hasta el amplio repliegue del viernes 17.

Hay un tercer factor: el descenso del dólar ante el euro y el yen. Pero, como observa Beatle, “el estímulo a la exportación creado por una divisa débil podrían quedar, más tarde, neutralizado por un alza de tasas (la T 10 vuelve a más de 4,3% anual) y un descenso de las acciones. En otras palabras, Wall Street quizás esté sobrepreciado, por lo cual cualquier factor puede desestabilizarlo.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades