Wall Street en un mes para el olvido

Mientras a finales de agosto eran pocos quienes preveían caídas fuertes, la mayoría de los analistas se sorprendió de que en septiembre no se mantuvieran los niveles de operaciones.

1 octubre, 2000

Por Alejandro Fernández

(EFE).- Las bolsas de Nueva York cerraron un mes de septiembre para el olvido, en medio de continuas malas noticias de empresas y el gran pesimismo que se apodera hoy de los inversores.

A finales de agosto muy pocos preveían que el castillo de alzas que se había construido en el verano fuera a derrumbarse tan estrepitosamente y muchos esperaban que las subidas se mantuviesen hasta finales de año.

Sin embargo, el impulso que entregó al mercado la decisión de las autoridades de no continuar elevando los tipos de interés fue rápidamente sustituido por el temor que generó el incremento del precio del petróleo y la caída del euro.

Pero lo que más dañó a las bolsas fueron las numerosas advertencias de empresas sobre sus beneficios futuros.

Las últimas dos semanas de septiembre más de un centenar de empresas anunciaron que sus ganancias en el tercer trimestre serán menores a las esperadas, debido, en gran medida, a bajas ventas en Europa, producto de la caída del euro y una demanda demasiado débil en septiembre.

Entre las empresas que se sometieron al verdadero “castigo” de los inversores destacaron Coca-Cola, Gillette y, de forma más dramática, Intel, Kodak y Apple.

Las acciones de estas tres empresas perdieron gran parte de su valor el mismo día en que hicieron el anuncio de menores beneficios, y en el caso de Apple sus comentarios le valieron perder más de la mitad de su capitalización bursátil.

Intel ha visto esfumarse 31% de su valor en bolsa desde que anunciara, el viernes 22 de septiembre, que sus ventas serían menores a las esperadas.

Al cierre del viernes, el promedio Dow Jones Industriales, que mide la variación de las acciones de 30 grandes empresas, acabó en 10.650,92 puntos, 1,81% por debajo del cierre del viernes anterior y 5,03% menos que el de agosto.

El mercado electrónico Nasdaq, donde negocian la mayor parte de las empresas de nuevas tecnologías, computadoras e Internet, perdió ayer 105,58 puntos, equivalentes a 2,79%, hasta los 3.672,74 puntos.

Con la caída de la víspera, el Nasdaq completa el peor mes de septiembre en 20 años, al acumular pérdidas por 534 puntos o 12,7%.

Si el año terminara hoy, el rendimiento de las bolsas sería el peor en 10 años y pocos esperan que la recuperación en los últimos tres meses sea muy espectacular.

Para muchos en Wall Street a las malas previsiones de los beneficios de empresas se suman las dudas sobre la economía estadounidense y mundial.

El precio del petróleo sigue en niveles cercanos a sus máximos en 10 años, el euro no logra recuperarse con fuerza y algunos analistas creen que la economía estadounidense está a un paso de un “aterrizaje forzoso”.

Desde junio de 1999 a junio de 2000 las autoridades monetarias aumentaron el valor del crédito en seis ocasiones para frenar la marcha de la economía y evitar el peligro inflacionario.

Hasta agosto la economía parecía marchar sobre ruedas, con un sólido crecimiento y una baja inflación, pero los malos resultados de las empresas en el tercer trimestre hacen que muchos analistas piensen que la demanda está comenzando a caer y que esto se podría traducir en un peligroso freno de la actividad.

Por eso algunos expertos creen que las autoridades están listas para decretar una baja de las tasas de interés si las bolsas siguen cayendo con la fuerza de septiembre o si las ganancias de empresas que se den a conocer en octubre son demasiado preocupantes.

Pero para otros analistas lo que ocurre en Wall Street es fruto de la excesiva confianza y optimismo de los inversores en los meses de verano.

Estos explican que, pese a que las ganancias de las empresas no serán todo lo buenas que se esperaba, de todas formas serán mejores que las del año pasado.

En lo que todos concuerdan, es en que el mes de octubre será muy complicado, lleno de dudas sobre las ganancias de las compañías en el cuarto trimestre y sobre la marcha de la economía en el año que viene.

Pero en Wall Street el consenso también apunta a que si bien octubre será difícil, no lo será tanto como septiembre, un mes que tradicionalmente no es bueno en Wall Street, pero que en el año 2000 demostró ser peor que nunca.

Por Alejandro Fernández

(EFE).- Las bolsas de Nueva York cerraron un mes de septiembre para el olvido, en medio de continuas malas noticias de empresas y el gran pesimismo que se apodera hoy de los inversores.

A finales de agosto muy pocos preveían que el castillo de alzas que se había construido en el verano fuera a derrumbarse tan estrepitosamente y muchos esperaban que las subidas se mantuviesen hasta finales de año.

Sin embargo, el impulso que entregó al mercado la decisión de las autoridades de no continuar elevando los tipos de interés fue rápidamente sustituido por el temor que generó el incremento del precio del petróleo y la caída del euro.

Pero lo que más dañó a las bolsas fueron las numerosas advertencias de empresas sobre sus beneficios futuros.

Las últimas dos semanas de septiembre más de un centenar de empresas anunciaron que sus ganancias en el tercer trimestre serán menores a las esperadas, debido, en gran medida, a bajas ventas en Europa, producto de la caída del euro y una demanda demasiado débil en septiembre.

Entre las empresas que se sometieron al verdadero “castigo” de los inversores destacaron Coca-Cola, Gillette y, de forma más dramática, Intel, Kodak y Apple.

Las acciones de estas tres empresas perdieron gran parte de su valor el mismo día en que hicieron el anuncio de menores beneficios, y en el caso de Apple sus comentarios le valieron perder más de la mitad de su capitalización bursátil.

Intel ha visto esfumarse 31% de su valor en bolsa desde que anunciara, el viernes 22 de septiembre, que sus ventas serían menores a las esperadas.

Al cierre del viernes, el promedio Dow Jones Industriales, que mide la variación de las acciones de 30 grandes empresas, acabó en 10.650,92 puntos, 1,81% por debajo del cierre del viernes anterior y 5,03% menos que el de agosto.

El mercado electrónico Nasdaq, donde negocian la mayor parte de las empresas de nuevas tecnologías, computadoras e Internet, perdió ayer 105,58 puntos, equivalentes a 2,79%, hasta los 3.672,74 puntos.

Con la caída de la víspera, el Nasdaq completa el peor mes de septiembre en 20 años, al acumular pérdidas por 534 puntos o 12,7%.

Si el año terminara hoy, el rendimiento de las bolsas sería el peor en 10 años y pocos esperan que la recuperación en los últimos tres meses sea muy espectacular.

Para muchos en Wall Street a las malas previsiones de los beneficios de empresas se suman las dudas sobre la economía estadounidense y mundial.

El precio del petróleo sigue en niveles cercanos a sus máximos en 10 años, el euro no logra recuperarse con fuerza y algunos analistas creen que la economía estadounidense está a un paso de un “aterrizaje forzoso”.

Desde junio de 1999 a junio de 2000 las autoridades monetarias aumentaron el valor del crédito en seis ocasiones para frenar la marcha de la economía y evitar el peligro inflacionario.

Hasta agosto la economía parecía marchar sobre ruedas, con un sólido crecimiento y una baja inflación, pero los malos resultados de las empresas en el tercer trimestre hacen que muchos analistas piensen que la demanda está comenzando a caer y que esto se podría traducir en un peligroso freno de la actividad.

Por eso algunos expertos creen que las autoridades están listas para decretar una baja de las tasas de interés si las bolsas siguen cayendo con la fuerza de septiembre o si las ganancias de empresas que se den a conocer en octubre son demasiado preocupantes.

Pero para otros analistas lo que ocurre en Wall Street es fruto de la excesiva confianza y optimismo de los inversores en los meses de verano.

Estos explican que, pese a que las ganancias de las empresas no serán todo lo buenas que se esperaba, de todas formas serán mejores que las del año pasado.

En lo que todos concuerdan, es en que el mes de octubre será muy complicado, lleno de dudas sobre las ganancias de las compañías en el cuarto trimestre y sobre la marcha de la economía en el año que viene.

Pero en Wall Street el consenso también apunta a que si bien octubre será difícil, no lo será tanto como septiembre, un mes que tradicionalmente no es bueno en Wall Street, pero que en el año 2000 demostró ser peor que nunca.

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