Wall St.: el crudo a US$ 41,90, pero surgen indicadores optimistas

Tras cerrar el viernes a 41,71 el barril, el WTO dediuó al lunes a 41,45. Pero Yukos sigue en crisis y el crudo saltó a 41,90. Un par de indicadores "a medida", empero, tonificó las acciones.

26 julio, 2004

La crisis de origen político que sufre la cuarta petrolera del mundo, Yukos, llevó el tejano occidental a US$ 41,90 el barril. Los temores sobre un “agosto catastrófico” para el gigante ruso presionan vía contratos con entrega en septiembre, los habituales futuros del sector.

Durante la sesión del martes se alcanzó un pico de US$ 41,92. Diez días antes, el nivel no pasaba de US$ 39,40. Pero, además, el valor se acerca demasiado al piso histórico nominal de US$ 42,45, registrado el 2 de junio. En Londres, el Brent llegó a US$ 38,32, muy próximo al máximo (38,45).

Yukos confirmó ayer que la falta de liquidez podría llevarla a la quiebra hacia mediados de agosto. Por igual razón, en veinte días quizá suspenda exportaciones de crudos, si Moscú no hace nada al respecto.

Este grupo produce 20% del petróleo y el gas de Rusia, o sea 2% del mundial. Para el 16 de agosto, señalan sus contadores, ya no tendrá fondos para pagar deudas e impuestos, ni costear extracción, refinamiento y distribución de hidrocarburos. Tanto la empresa como analistas en Londres y Nueva York, el cese de Yukos afectará tanto la oferta internacionales de crudo, cuanto los ingresos fiscales del estado ruso, cuya gestión dista de lo adecuado.

Mientras, los socios de la Organización de Países exportadores Petroleros (OPEP) están extrayendo en conjunto alrededor de 27.500.00 barriles diarios, dos millones sobre las cuotas vigentes. Pero al bloque le quedan apenas de millón a millón y medio “en reserva”. Ante este cuadro, el indonesio Purnomo Yusgiantoro ha pedido un estudio completo de la situación y sus perspectivas de ahora a 18 meses. Objeto: hacerlo tratar en la próxima reunión semestral del Fondo Monetario y el Banco Mundial (fin de septiembre).

La crisis de origen político que sufre la cuarta petrolera del mundo, Yukos, llevó el tejano occidental a US$ 41,90 el barril. Los temores sobre un “agosto catastrófico” para el gigante ruso presionan vía contratos con entrega en septiembre, los habituales futuros del sector.

Durante la sesión del martes se alcanzó un pico de US$ 41,92. Diez días antes, el nivel no pasaba de US$ 39,40. Pero, además, el valor se acerca demasiado al piso histórico nominal de US$ 42,45, registrado el 2 de junio. En Londres, el Brent llegó a US$ 38,32, muy próximo al máximo (38,45).

Yukos confirmó ayer que la falta de liquidez podría llevarla a la quiebra hacia mediados de agosto. Por igual razón, en veinte días quizá suspenda exportaciones de crudos, si Moscú no hace nada al respecto.

Este grupo produce 20% del petróleo y el gas de Rusia, o sea 2% del mundial. Para el 16 de agosto, señalan sus contadores, ya no tendrá fondos para pagar deudas e impuestos, ni costear extracción, refinamiento y distribución de hidrocarburos. Tanto la empresa como analistas en Londres y Nueva York, el cese de Yukos afectará tanto la oferta internacionales de crudo, cuanto los ingresos fiscales del estado ruso, cuya gestión dista de lo adecuado.

Mientras, los socios de la Organización de Países exportadores Petroleros (OPEP) están extrayendo en conjunto alrededor de 27.500.00 barriles diarios, dos millones sobre las cuotas vigentes. Pero al bloque le quedan apenas de millón a millón y medio “en reserva”. Ante este cuadro, el indonesio Purnomo Yusgiantoro ha pedido un estudio completo de la situación y sus perspectivas de ahora a 18 meses. Objeto: hacerlo tratar en la próxima reunión semestral del Fondo Monetario y el Banco Mundial (fin de septiembre).

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