Volcker quiere acabar con los supermercados financieros
Terminemos con esos megabancos cuyos riesgos son incontrolables, afirmó con inesperada severidad quien fuera presidente de la Reserva Federal y hoy asesora a Barack Obama. Pero hacienda sigue asistiendo a esos paquidermos.
16 enero, 2009
Por un lado, ambos gobiernos –el saliente, el entrante- le tiran a Bank of América un salvavidas de US$ 135 a 140.000 millones. Por el otro, el influyente antecesor del devaluado Alan Greesnpan (que llegó a una tasa básica de 1 % anual) pone sobre el tape justamente ese caso.
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<p> En efecto, BofA usará dinero de los contribuyentes, si no emisión sin respaldo, para solventar dos comprar poco sensatas: la inmobiliaria Countrywide Financial y Merrill Lynch, una firma de valores al borde de la quiebra. Al mismo tiempo, Citigroup termina de quemar rescates por US$ 45.000 millones, afronta una (Smith Barney) o dos secciones (su red sudamericana) y puede quedar acéfalo.</p>
<p> “No nos forjemos ilusiones, después de la crisis –puntualizó Volcker- nada será igual en el negocio financiero. Por de pronto, urge una reforma drástica de mecanismos, para llegar a menos bancos pro más sólidos”. Tomando una fase del ex ministro italiano de economía, Tommaso Padoa-Schioppa, el ex banquero central añadió “se acabó la era de las entidades privadas sin control”.</p>
<p> A criterio de Volcker, pues, “la dinámica del crecimiento obsesivo, las utilidades infladas y las bonificaciones millonarias es historia”. Cabe preguntarse, como lo hacen los europeos, cuáles serán esa nuevas normas o ese nuevo sistema financiero, si Washington sigue auxiliando bancos poco viables. Parte de la respuesta, sin duda, implica regular severamente los fondo de cobertura o detener el abuso de seguros contra créditos incobrables y las obligaciones derivadas. En otro extremo, algunos monetaristas incurables postulan un “supermercado de pecadores”, con recursos públicos, donde fondear todos los activos tóxicos. </p>