Un golpe contra Grecia, el Eurogrupo, y el BCE
Standard & Poors bochó el plan de bancos alemanes y franceses, calificándolo como cese de pagos. Esto afecta la credibilidad del Banco Central Europeo, pone en duda el salvamento de 2012/14 y sostiene el Eurogrupo- afecta la soberanía helena.
4 julio, 2011
<p>La propuesta de entregar a Atenas hasta € 30.000 millones en financiamientos contenía una cláusula envenenada: asegurarse de que las tres agencias calificadoras (S&P, Moody´s Investor Service y Fitch) no continúen degradando la deuda griega. Pero, este lunes, S&P declaró que ese tipo de operación implica riesgos de cese de pagos selectivo y nueva reducción de nota.<br />
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La movida sigue una similar de Fitch Ratings, que también habla de insolvencia. Durante el fin de semana, el Eurogrupo (ministros de hacienda) advirtió que el producto bruto interno griego se contraerá 3,75% este año. No obstante, esa entidad había aprobado un tramo de € 8.700 millones, para que Grecia pagase sus obligaciones inmediatas. <br />
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En cuanto a la primera propuesta en danza, la federación de la banca francesa –su autora- intenta que los inversores recoloquen 70% de sus tenencias a tres años en forma de bonos soberanos nuevos a treinta años. Estos papeles pagarán tasas entre 5,5 y 8% anual. Paralelamente, el esquema alemán determinará la compra de títulos a cinco años y 5,5% de interés.<br />
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Standard & Poor’s afirma que ambas propuestas entrañan un cese de pagos. Ello pese al apoyo del Fondo Monetario Internacional, el BCE y los mayores bancos privados y mixtos de la Eurozona. Si bien la calificadora carece de respaldo político y nadie la ha votado, el solo hecho de haberla involucrado en aquella cláusula envenenada significa que el poder de estas agencias ya no se limita a deudores del ex “tercer mundo”. <br />
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Naturalmente, la postura de S&P y Fitch Ratings provocará mayor escrutinio y escepticismo en la Eurozona sobre las “tres brujas” (alusión a Macbeth). Con frecuencia, se las acusa de fomentar la crisis europea o no haber previsto la crisis sistémica de 2007/09. En lo atinente al propio BCE y su visión del cese de pagos selectivo, lo aguarda un dilema que hace a su fiabilidad: elegir entre salvar a la banca griega o defender su reputación. Vale decir ¿cómo afrontará Christine Lagarde, desde el FMI, la compleja herencia de su compatriota Jean-Claude Trichet? <br />
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