Tehrán se pasa del dólar al euro como divisa referencial

A pocos días de que Brasil y Argentina abandonaran parcialmente el uso del dólar en el comercio bilateral, Irán resuelve imitarlos pero más drásticamente. Tras Rusia, es el segundo exportador petrolero que lo hace.

19 diciembre, 2006

Hasta ahora, no obstante, es el único caso –si se exceptúa el minúsculo Montenegro- de substitución total del dólar por el euro. Argentina y Brasil sólo han optado por sus respectivas monedas para el intercambio mutuo. Rusia está en un proceso que debiera culminar en “petrorrublos”. Venezuela sigue una senda similar con el bolívar y un país delincuente, Transdñestria –entre Ucrania y Moldavia-, emplea el rubro como única moneda.

“El gobierno ha ordenado al banco central comenzar a substituir dólares por euros en el cálculo de reservas, precios, ingresos y egresos. Eso evitará problemas en nuestras transacciones, ante la creciente inestabilidad de esa divisa. Emplearemos el euro en todas las operaciones con el exterior, inclusive las petroleras”. Así señaló Gholam Elham, vocero de Tehrán.

Más tarde, el presidente del emisor (Ebrahim Sheibaní) informó que “los activos en el exterior también se convertirán a euros, al igual que la balanza de pagos. Pero no excluiremos otras monedas; por ejemplo, libras, francos suizos y yenes”. Inmediatamente, algunos ultraconservadores norteamericanos y ortodoxos ingleses salieron a sostener que “Irán quiere desestabilizar Estados Unidos atacando su moneda”.

Un dislate, claro, porque hace tiempo que la suerte del dólar está en manos de grandes tenedores de deuda estadounidense como China, Japón, Surcorea y Taiwán. Entre los cuatro, acumulan más de tres billones. Para curarse en salud, la Comisión europea aclaró que “no fomenta este tipo de iniciativas, aunque no pueda impedirlas”.

La decisión, en realidad, no implica el abandono inmediato del dólar, algo imposible en un sistema tan globalizado como el persa (difícil de creer, pero así es). De todas maneras, a fines de 2005 sólo quedaba en dólares 30% de las reservas. Dato curioso: circulan en Tehrán instrucciones para volver al francés como lengua en relaciones exteriores.

Ello remite a una tradición vigente desde fines del siglo XIX hasta los tiempos del primer ministro nacionalista Mohammed Mossadegh (1950/3). En rigor, el ayatollá Ruhollá Jomeiní pasó un largo exilio en París y su francés era excelente. Otro detalle: hasta fines de la II guerra mundial, la divisa empleada en Irán era la esterlina. Igual que en Argentina hasta el primer gobierno peronista.

Hasta ahora, no obstante, es el único caso –si se exceptúa el minúsculo Montenegro- de substitución total del dólar por el euro. Argentina y Brasil sólo han optado por sus respectivas monedas para el intercambio mutuo. Rusia está en un proceso que debiera culminar en “petrorrublos”. Venezuela sigue una senda similar con el bolívar y un país delincuente, Transdñestria –entre Ucrania y Moldavia-, emplea el rubro como única moneda.

“El gobierno ha ordenado al banco central comenzar a substituir dólares por euros en el cálculo de reservas, precios, ingresos y egresos. Eso evitará problemas en nuestras transacciones, ante la creciente inestabilidad de esa divisa. Emplearemos el euro en todas las operaciones con el exterior, inclusive las petroleras”. Así señaló Gholam Elham, vocero de Tehrán.

Más tarde, el presidente del emisor (Ebrahim Sheibaní) informó que “los activos en el exterior también se convertirán a euros, al igual que la balanza de pagos. Pero no excluiremos otras monedas; por ejemplo, libras, francos suizos y yenes”. Inmediatamente, algunos ultraconservadores norteamericanos y ortodoxos ingleses salieron a sostener que “Irán quiere desestabilizar Estados Unidos atacando su moneda”.

Un dislate, claro, porque hace tiempo que la suerte del dólar está en manos de grandes tenedores de deuda estadounidense como China, Japón, Surcorea y Taiwán. Entre los cuatro, acumulan más de tres billones. Para curarse en salud, la Comisión europea aclaró que “no fomenta este tipo de iniciativas, aunque no pueda impedirlas”.

La decisión, en realidad, no implica el abandono inmediato del dólar, algo imposible en un sistema tan globalizado como el persa (difícil de creer, pero así es). De todas maneras, a fines de 2005 sólo quedaba en dólares 30% de las reservas. Dato curioso: circulan en Tehrán instrucciones para volver al francés como lengua en relaciones exteriores.

Ello remite a una tradición vigente desde fines del siglo XIX hasta los tiempos del primer ministro nacionalista Mohammed Mossadegh (1950/3). En rigor, el ayatollá Ruhollá Jomeiní pasó un largo exilio en París y su francés era excelente. Otro detalle: hasta fines de la II guerra mundial, la divisa empleada en Irán era la esterlina. Igual que en Argentina hasta el primer gobierno peronista.

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