Sorpresa: Goldman Sachs es optimista sobre China
El polémico banco comercial, ex firma de valores, sostiene ahora que el producto bruto interno chino crecerá 9,4% este año. Motivo: ese gobierno demorará ajustes en la economía real, para no frenar el impulso hacia adelante mostrado estos meses.
<p>La proyección anterior ya era bastante alta: 8,3% entre julio de 2008 y junio de 2009. Cabe señalar que esos cálculos sobre PBI no son del “colectivo GS”, sino de Michael Buchanan, analista de Hongkong que trabaja para el banco norteamericano. La misma fuente espera un avance de 11,9% en 2010. <br />
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“Beijing llega a un punto donde lo preocupa tanto ajustar la economía demasiado tarde como hacerlo en forma prematura. Los que deciden –sospecha- no se moverán velozmente, mantendrán cautela y seguirán de cerca los vaivenes occidentales”. Probablemente, el gobierno no cambie ya mismo el +7,9% anual logrado el primer semestre.<br />
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Hasta esta sorpresa de GS, en general los analistas anglosajones eran escépticos sobre la estimación oficial. Ahora, queda claro que el paquete de estímulos por US$ 590.000 millones lanzado en octubre está dando mejores resultados que los supuestos por tirios y troyanos. Así, el primer ministro Wen Jiabao pudo este fin de semana reiterar que no se tocan las políticas fiscal ni monetaria.<br />
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Resulta obvio que Beijing desea evitar burbujas bursátiles o inmobiliarias, cuya reactivación –sostienen analistas del banco central- puede ser el móvil del informe Buchanan. Ese tipo de desbordes es peligroso y sólo puede alegrar a la especulación financiera en Hongkong o Singapur. Hay una señal: en enero-julio, las ventas de viviendas recobraron 60% en precios y la bolsa de Shanghai subió 78%. A su vez, los bancos concedieron préstamos hipotecarios por US$ 1,1 billones en el primer semestre, el triple que un año antes. <br />
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Teniendo en cuenta el PBI chino y excluyendo el japonés, este año Asia oriental y sudoriental recobrará 5,6%. Ese ritmo pasará a 8,6% en 2010. Como queda claro, nunca hubo en la región una crisis sistémica como la de occidente, que tantos llaman “global”.</p>
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