Siguen los problemas en bancos de EE.UU. y Europa occidental

El negocio financiero en Occidente afronta nuevos estragos por pérdidas. En mediano plazo, por ejemplo, debe pagar cientos de miles de millones por créditos tomados antes de estallar la crisis hipotecaria y de iliquidez.

29 agosto, 2008

<p>La clave del problema reside en el endeudamiento a tasa flotante, contra&iacute;do sobre todo en 2006. Gran parte de esos papeles y paquetes de t&iacute;tulos vence desde septiembre pr&oacute;ximo hasta agosto de 2009 y las dificultades para obtener fondos frescos, obliga a malvender activos, competir agresivamente por dep&oacute;sitos y emitir deuda nueva a tipos de inter&eacute;s exorbitantes. Esto explica el cimbronazo de esta semana en los paneles financieros de Wall Street, Londres, etc.</p>
<p>S&oacute;lo el mes entrante vencen US$ 95.000 millones en bonos norteamericanos a tasa flotante. Uno de los bancos m&aacute;s expuestos, JP Morgan Chase, estima en casi US$ 790.000 millones los vencimientos totales hasta fin de 2009 en su propio sector. Ello significa 44% m&aacute;s que en los dieciocho meses hasta este viernes.</p>
<p>La contradicci&oacute;n crediticia en las principales plazas occidentales (Eurozona, Estados Unidos, Gran Breta&ntilde;a, Suiza) acaba de ingresar al segundo a&ntilde;o. No hay signos de que la crisis de liquidez amaine o deje de afectar las econom&iacute;as reales. Mientras los bancos intentan cubrir obligaciones, contin&uacute;an menguando los m&aacute;rgenes de utilidad. Inversores y prestamistas insisten en exigir tasas crecientes, por lo cual las propias entidades financieras son renuentes a extender cr&eacute;ditos a empresas y personas (absurdamente llamadas &ldquo;consumidores&rdquo;).</p>
<p>Las trabas &ldquo;ser&aacute;n este semestre mayores que en el anterior y se prolongar&aacute;n hasta marzo o abril pr&oacute;ximos&rdquo;. As&iacute; sostienen Soci&eacute;t&eacute; G&eacute;n&eacute;rale (Par&iacute;s) y Cr&eacute;dit Suisse (Ginebra). Hacia fin de a&ntilde;o, entidades como Goldman Sachs, Merrill Lynch, Morgan Stanley, Wachovia o Lehman Brothers &ndash;en venta- afrontar&aacute;n cada cual unos US$ 50.000 millones en vencimientos. Igual situaci&oacute;n comparten General Elecgtric Finance, Wells Fargo o el &iacute;talogermano UniCredito. Hace un a&ntilde;o, nadie habr&iacute;a imaginado semejantes deterioro.</p>
<p>Aparte de intereses mucho m&aacute;s caros que en 2007, la puja por dinero fresco y la malventa de activos exacerban las presiones sobre los mercados monetarios. Los bancos que opten por pr&eacute;stamos cortos deber&aacute;n renovarlos m&aacute;s a menudo y correr&aacute;n el riesgo de no conseguir fondos a tiempo. Este contexto explica la transformaci&oacute;n en &ldquo;timbas&rdquo; de grandes pisos burs&aacute;tiles: escaso nivel operativo, vaivenes, burbujas artificiales y gur&uacute;es desorientados. Este c&uacute;mulo de factores tornan bancos, firmas de valores y otras entidades financieras m&aacute;s dependientes de los bancos centrales. Eso crea otra distorsi&oacute;n: muchos jugadores est&aacute;n empaquetando hipotecas y dem&aacute;s acreencias como colaterales para obtener financiamiento de los emisores. Esto es, dinero de los contribuyentes. Como se&ntilde;alan varios economistas serios desde el siglo XIX, &ldquo;cuando las cosas marchan mal, los mercados se vuelven a los gobiernos para que los saquen del brete&rdquo;.</p>

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