Si se pincha la burbuja inmobiliaria, pierde la banca
Los bancos norteamericanos ven con creciente preocupación el enfriamiento de las especulaciones con bienes raíces. Ocurre que el fenómeno venía deparándoles buenos negocios desde 2001.
4 septiembre, 2006
Los vaivenes negativos de ese mercado comienzan a afectar a los bancos, hoy más expuesto que en muchos años al riesgo de una burbuja en contracción. Buena parte del peligro radica en que la marea especulativa ha durado más cinco años.
Normalmente, una reducción de precios inmobiliarios genera temores a retrasos y ceses de paso en la franja hipotecaria. Pero, hoy, la inquietud fundamental de los bancos radica en menor demanda de crédito nuevo, o sea una merma de utilidades por simple intermediación.
Antes de aparecer la burbuja de bienes raíces, su peso en los activos bancarios era alrededor de 25% (2000), según cifras del Sistema de Reserva Federal. En junio último era 33,5%, el máximo en varios años. La contracción que viene notándose desde entonces coincide con el alza de intereses y, en paralelo, un mercado saturado en tarjetas de crédito.
Los vaivenes negativos de ese mercado comienzan a afectar a los bancos, hoy más expuesto que en muchos años al riesgo de una burbuja en contracción. Buena parte del peligro radica en que la marea especulativa ha durado más cinco años.
Normalmente, una reducción de precios inmobiliarios genera temores a retrasos y ceses de paso en la franja hipotecaria. Pero, hoy, la inquietud fundamental de los bancos radica en menor demanda de crédito nuevo, o sea una merma de utilidades por simple intermediación.
Antes de aparecer la burbuja de bienes raíces, su peso en los activos bancarios era alrededor de 25% (2000), según cifras del Sistema de Reserva Federal. En junio último era 33,5%, el máximo en varios años. La contracción que viene notándose desde entonces coincide con el alza de intereses y, en paralelo, un mercado saturado en tarjetas de crédito.