Se cree que el embargo cesa el 10 y Argentina emite deuda nueva

Prorrogada la audiencia, las peores versiones salen de Buenos Aires. Mientras se emiten US$ 2.000 millones en deuda nueva y opera el mercado gris de bonos poscanje, analistas de Wall Street y bancos como el HSBC creen que el embargo no dura.

29 abril, 2005

Entretanto, mostrando una cautela que debiera ser más frecuente, el presidente no volvió a decir que –durante su mandato- el canje no se reabrirá en las condiciones exigidas por los buitres. También frenó una campaña de zapa contra Roberto Lavagna.

Lanzada desde algún rincón oficialista, fue difundida en recientes reuniones con empresarios, especialmente franceses y alemanes, pero halló inmediato eco en medios conservadores. “Parece que Kirchner tiene su propia Coordinadora, tan proclive a patearle en contra como la que hizo salir del gobierno a Raúl Alfonsín antes de tiempo”, comentaban en Montevideo.

Las expectativas optimistas sobre en canje se reflejan en la actitud de los mercados. En primer término, varios analistas neoyorquinos estiman que el embargo será levantado en un lapso relativamente corto. Similar postura adoptan varias entidades financieras, empezando por la británica Hong Kong & Shanghai Banking Corporation o Bank of New York. Por otro lado, el mero hecho de que haya plaza (llamada “gris”) para bonos poscanje indica que los operadores comparten el criterio de Wall Street.

Como hace una semana, el jueves algunos inversores norteamericanos intercedían por Argentina. También Kenneth Dart, un buitre con amigos en Londres y Buenos Aires, insistía en que Argentina le comprase U$S 1.400 millones embargados. Pero el Fondo Monetario no ve bien la idea.

La propuesta se formalizó en un escrito de los abogados de Elliot & Associates (en realidad, NML Capital) ante el tribunal de alzada del II circuito, Manhattan sur. Esta instancia debía expedirse el miércoles, pero postergó la audiencia objetando posturas del demandante y, en menor medida, de la defensa.

La intención real de los buitres no es tanto prolongar el embargo, sino que Argentina emita deuda nueva y se la canjee por papeles viejos… sin quita. Eso ocurrió en Rusia (1998/9) con complicidad de funcionarios del FMI y un soborno multimillonario pagado a autoridades de Moscú vía Liechtenstein. En esta oportunidad, falta el componente ruso y el Fondo no quiere saber nada de inflar la deuda argentina, porque eso trabaría los periódicos pagos a la entidad.

Elliot & Associates (Bahamas, controla NML) hizo suya la propuesta de Dart y su fondo, EM Limited. De paso, calificó Argentina de “deudor recalcitrante”. No sorprende que este término haya sido acuñado, meses atrás, por Thomas Dawson, vocero de la alta burocracia fondista. El cuadro a la fecha es curioso: Buenos Aires sostiene ante el tribunal que los títulos embargados pertenecían ya a los acreedores y los demandantes afirman que el canje puede hacerse de todos modos.

Entretanto, mostrando una cautela que debiera ser más frecuente, el presidente no volvió a decir que –durante su mandato- el canje no se reabrirá en las condiciones exigidas por los buitres. También frenó una campaña de zapa contra Roberto Lavagna.

Lanzada desde algún rincón oficialista, fue difundida en recientes reuniones con empresarios, especialmente franceses y alemanes, pero halló inmediato eco en medios conservadores. “Parece que Kirchner tiene su propia Coordinadora, tan proclive a patearle en contra como la que hizo salir del gobierno a Raúl Alfonsín antes de tiempo”, comentaban en Montevideo.

Las expectativas optimistas sobre en canje se reflejan en la actitud de los mercados. En primer término, varios analistas neoyorquinos estiman que el embargo será levantado en un lapso relativamente corto. Similar postura adoptan varias entidades financieras, empezando por la británica Hong Kong & Shanghai Banking Corporation o Bank of New York. Por otro lado, el mero hecho de que haya plaza (llamada “gris”) para bonos poscanje indica que los operadores comparten el criterio de Wall Street.

Como hace una semana, el jueves algunos inversores norteamericanos intercedían por Argentina. También Kenneth Dart, un buitre con amigos en Londres y Buenos Aires, insistía en que Argentina le comprase U$S 1.400 millones embargados. Pero el Fondo Monetario no ve bien la idea.

La propuesta se formalizó en un escrito de los abogados de Elliot & Associates (en realidad, NML Capital) ante el tribunal de alzada del II circuito, Manhattan sur. Esta instancia debía expedirse el miércoles, pero postergó la audiencia objetando posturas del demandante y, en menor medida, de la defensa.

La intención real de los buitres no es tanto prolongar el embargo, sino que Argentina emita deuda nueva y se la canjee por papeles viejos… sin quita. Eso ocurrió en Rusia (1998/9) con complicidad de funcionarios del FMI y un soborno multimillonario pagado a autoridades de Moscú vía Liechtenstein. En esta oportunidad, falta el componente ruso y el Fondo no quiere saber nada de inflar la deuda argentina, porque eso trabaría los periódicos pagos a la entidad.

Elliot & Associates (Bahamas, controla NML) hizo suya la propuesta de Dart y su fondo, EM Limited. De paso, calificó Argentina de “deudor recalcitrante”. No sorprende que este término haya sido acuñado, meses atrás, por Thomas Dawson, vocero de la alta burocracia fondista. El cuadro a la fecha es curioso: Buenos Aires sostiene ante el tribunal que los títulos embargados pertenecían ya a los acreedores y los demandantes afirman que el canje puede hacerse de todos modos.

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