Saudiarabia presiona para que la OPEP suba producción

En un intento de bajar precios, Riyadh –el mayor productor mundial- ofreció este fin de semana añadir ya unos 500.000 barriles y redondear los nueve millones diarios. ¿Significa dejar de lado el sistema de cuotas y, tal vez, la OPEP?

24 mayo, 2004

Al revés de recientes sugerencias saudíes de que la Organización de Países Exportadores Petroleros sincere la producción fuera de cuota, ahora el reino se corta solo. Sus armas: nuevos pozos, más capacidad extractiva y refinadora. Pero, tras el encuentro informal en Amsterdam –donde surgió esa propuesta-, subsisten varios interrogantes para la reunión formal de la OPEP, la semana próxima.

Uno es el volumen adicional que realmente aportarían los saudíes. Fuentes ajenas a la OPEP lo estiman en 800.000 barriles diarios. Eso llevaría a casi 9.800.000 el total. Pero, en términos de capacidad, se pasaría de 10,5 a 11,3 millones de b/d. En cuanto al factor tiempo, si Riyadh lanzase ya, los crudos adicionales recién estarían completamente disponibles hacia noviembre de 2005.

Por supuesto, el inesperado anuncio saudí fue aplaudido por Estados Unidos y otros grandes consumidores de hidrocarburos importados. Algunos funcionarios norteamericanos llegaron a decir que esto significa la “vuelta a la relación especial Washington-Riyadh”. Pero, en la OPEP, se acusa al reino de “romper con el resto de los miembros y poner en serio riesgo la subsistencia de la entidad tal como es”.

En este sentido, parece contradictorio que –hace cinco días- el ministro saudí de Petróleo, Alí al-Naimí, propusiera un apreciable aumento de cuotas (casi 10%) ese elevaría de 2,30 a 2,55 millones b/d. Tampoco está claro, en cualquiera de ambos esquemas saudíes, a qué nivel apuntaría la canasta de la OPEP, hoy alrededor de US$ 37,45 el barril promediando los tipos de crudo dominantes.

Al revés de recientes sugerencias saudíes de que la Organización de Países Exportadores Petroleros sincere la producción fuera de cuota, ahora el reino se corta solo. Sus armas: nuevos pozos, más capacidad extractiva y refinadora. Pero, tras el encuentro informal en Amsterdam –donde surgió esa propuesta-, subsisten varios interrogantes para la reunión formal de la OPEP, la semana próxima.

Uno es el volumen adicional que realmente aportarían los saudíes. Fuentes ajenas a la OPEP lo estiman en 800.000 barriles diarios. Eso llevaría a casi 9.800.000 el total. Pero, en términos de capacidad, se pasaría de 10,5 a 11,3 millones de b/d. En cuanto al factor tiempo, si Riyadh lanzase ya, los crudos adicionales recién estarían completamente disponibles hacia noviembre de 2005.

Por supuesto, el inesperado anuncio saudí fue aplaudido por Estados Unidos y otros grandes consumidores de hidrocarburos importados. Algunos funcionarios norteamericanos llegaron a decir que esto significa la “vuelta a la relación especial Washington-Riyadh”. Pero, en la OPEP, se acusa al reino de “romper con el resto de los miembros y poner en serio riesgo la subsistencia de la entidad tal como es”.

En este sentido, parece contradictorio que –hace cinco días- el ministro saudí de Petróleo, Alí al-Naimí, propusiera un apreciable aumento de cuotas (casi 10%) ese elevaría de 2,30 a 2,55 millones b/d. Tampoco está claro, en cualquiera de ambos esquemas saudíes, a qué nivel apuntaría la canasta de la OPEP, hoy alrededor de US$ 37,45 el barril promediando los tipos de crudo dominantes.

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