ResMae: su colapso desatará una cadena de bancarrotas

Se cayó ResMae Mortgage y su derrumbe amenaza el negocio de los créditos hipotecarios bajo prima, o sea a deudores poco solventes. La firma está malvendiendo activos para amortiguar una caída que era inevitable.

27 febrero, 2007

De hecho, la compañía, dedicada a préstamos a tasas usurarias para gente de baja clalificación financiera, subastará la cartera esta semana. La primera oferta (Crédit Suisse Group) es de US$19.100 millones. La mitad de lo que cotizaba una propuesta anterior a la bancarrota (13 de febrero).

Más de cien firmas del sector cesarán operaciones este año, presume Douglas Duncan, de la Mortgage bankers association (Washington), cabildeo de los ”loan sharks”. En mayoría, serán prestamistas bajo prima, víctimas de deudores castigados por el desinfle de la burbuja inmobiliaria, que ya no pueden especular haciendo diferencias en la reventa de bienes raíses residenciales.

“Las operaciones de 2006 han sido las peores que hayamos visto en este negocio”, coincide Matthew Howlett, experto sectorial de la banca inversora Fox-Pitt Kelton. Hasta ahora, no menos de veinte firmas han cerrado, se han vendido o se han achicado. La californiana ResMae es la tercera que se ampara este año en la lay federal de quiebras y concursos (tìtulo XI). Ownit Mortgage Solutions –nombre irónico- no tenía efectivo para recomprar US$ 166 millones en malas carteras y se vendió por monedas a Merrill Lynch y un consorcio.

Las hipotecas de altos riesgo pagan no menos de tres puntos sobre el mercado normal. El término “sub prime” es, pues, un eufemismo que significa lo contrario y denota intereses usurarios. Se ofrecen a personas con antecedentes financieros malos o muy endeudadas. Es, por ende, un segmento volátil, expuesto a toda clase de sacudidas. Durante 2006, al alza de tasas redujo 3,8% el volumen de transacciones, a US$ 640 millones; o sea, el primer declive desde iniciada la burbuja inmobiliaria (2001)

De hecho, la compañía, dedicada a préstamos a tasas usurarias para gente de baja clalificación financiera, subastará la cartera esta semana. La primera oferta (Crédit Suisse Group) es de US$19.100 millones. La mitad de lo que cotizaba una propuesta anterior a la bancarrota (13 de febrero).

Más de cien firmas del sector cesarán operaciones este año, presume Douglas Duncan, de la Mortgage bankers association (Washington), cabildeo de los ”loan sharks”. En mayoría, serán prestamistas bajo prima, víctimas de deudores castigados por el desinfle de la burbuja inmobiliaria, que ya no pueden especular haciendo diferencias en la reventa de bienes raíses residenciales.

“Las operaciones de 2006 han sido las peores que hayamos visto en este negocio”, coincide Matthew Howlett, experto sectorial de la banca inversora Fox-Pitt Kelton. Hasta ahora, no menos de veinte firmas han cerrado, se han vendido o se han achicado. La californiana ResMae es la tercera que se ampara este año en la lay federal de quiebras y concursos (tìtulo XI). Ownit Mortgage Solutions –nombre irónico- no tenía efectivo para recomprar US$ 166 millones en malas carteras y se vendió por monedas a Merrill Lynch y un consorcio.

Las hipotecas de altos riesgo pagan no menos de tres puntos sobre el mercado normal. El término “sub prime” es, pues, un eufemismo que significa lo contrario y denota intereses usurarios. Se ofrecen a personas con antecedentes financieros malos o muy endeudadas. Es, por ende, un segmento volátil, expuesto a toda clase de sacudidas. Durante 2006, al alza de tasas redujo 3,8% el volumen de transacciones, a US$ 640 millones; o sea, el primer declive desde iniciada la burbuja inmobiliaria (2001)

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