Postergan una baja de tasas en Europa

Pese a las presiones, el BCE demoró su decisión de bajar el precio del dinero, y lo dejó estable en 4,75. Analistas creen que el recorte se producirá en abril.

29 marzo, 2001

(EFE).- El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy (jueves 29) mantener las tasas de interés en la eurozona en 4,75%, pese a las presiones ejercidas sobre esta entidad para que abarate el precio del dinero.
Los 18 miembros del directorio del BCE, bajo la presidencia de Wim Duisenberg, esperarán posiblemente hasta el 11 de abril para relajar su política monetaria entre un 0,25 y 0,5% y aliviar la carga financiera de muchas empresas europeas que se enfrentan a unos mercados aletargados.

Según la mayoría de los analistas, el eurobanco reducirá las tasas el próximo mes, tras haberse registrado un moderado crecimiento de la masa monetaria en el área euro en febrero de 4,7%, igual que en enero, aunque aún sigue por encima del valor recomendado por la entidad de 4,5%.

Este parámetro y el índice de inflación, que en febrero subió hasta 2,6%, son los dos datos más relevantes de que dispone el BCE para forjar su política monetaria.

Los analistas opinan que la entidad europea está preocupada por las menguadas perspectivas de crecimiento en Europa, pero que ha preferido demorar su decisión para no transmitir una sensación de nerviosismo ni apresuramiento en detrimento de su credibilidad.

Esta sería la primera baja del precio del dinero realizada por el BCE desde noviembre de 1999. A partir de esa fecha, el banco subió siete veces las tasas hasta alcanzar el nivel actual.

En la subasta semanal para la inyección de liquidez en el Eurosistema, la tasao marginal de adjudicación para las entidades comerciales se situó esta semana, de nuevo, en el mínimo de 4,75% para las pujas.

Este es un indicador de que los mercados financieros adelantan una baja de las tasas a corto plazo y que no están dispuestos a pagar más que el mínimo absoluto para los préstamos al banco central ante un inminente descenso del precio del dinero.

Por otra parte, la tasa de cambio del euro salió perjudicada en los últimos días del compás de espera adoptado por el BCE en su política monetaria.

Poco después del anuncio oficial de hoy, la moneda única se cambiaba a US$ 0,8834 y se colocaba en el valor mínimo de los últimos tres meses frente al dólar.

El BCE es el único banco central importante que no ha abaratado el precio del dinero en los últimos meses. La Reserva Federal estadounidense redujo las tasas en 1,5% desde enero pasado y el Banco de Japón las han bajado a casi cero.

Políticos e industriales europeos, entre ellos el ministro francés de Finanzas, Laurent Fabius, han presionado indirectamente al BCE para que reduzca las tasas a fin de incentivar el crecimiento económico en el área euro.

Incluso miembros del Consejo de Gobierno del banco, como el presidente del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, y el español Eugenio Domingo Solans, habían dejado entrever un relajamiento de la política monetaria para favorecer el crecimiento económico.

Uno de las voces contrarias a la reducción de las tasas ha sido el presidente del Bundesbank alemán, Ernst Weltke, otro miembro del Consejo que no considera que haya llegado aún el momento propicio de tomar esta medida y que ve con preocupación las presiones inflacionistas en Alemania, la principal economía de la eurozona.

La política oficial del BCE ha sido la de adherirse a ultranza al cumplimiento del mandato prescrito por el Tratado de Maastricht de mantener la estabilidad de los precios en los países miembros del euro y de no permitir que la inflación supere 2%.

Los sectores más críticos al BCE le piden ahora que cambie esta estrategia por una más acomodaticia que favorezca la coyuntura económica en vista de las perspectivas de crecimiento para este año, que han sido revisadas a la baja y se mueven en torno a 2,5%.

(EFE).- El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy (jueves 29) mantener las tasas de interés en la eurozona en 4,75%, pese a las presiones ejercidas sobre esta entidad para que abarate el precio del dinero.
Los 18 miembros del directorio del BCE, bajo la presidencia de Wim Duisenberg, esperarán posiblemente hasta el 11 de abril para relajar su política monetaria entre un 0,25 y 0,5% y aliviar la carga financiera de muchas empresas europeas que se enfrentan a unos mercados aletargados.

Según la mayoría de los analistas, el eurobanco reducirá las tasas el próximo mes, tras haberse registrado un moderado crecimiento de la masa monetaria en el área euro en febrero de 4,7%, igual que en enero, aunque aún sigue por encima del valor recomendado por la entidad de 4,5%.

Este parámetro y el índice de inflación, que en febrero subió hasta 2,6%, son los dos datos más relevantes de que dispone el BCE para forjar su política monetaria.

Los analistas opinan que la entidad europea está preocupada por las menguadas perspectivas de crecimiento en Europa, pero que ha preferido demorar su decisión para no transmitir una sensación de nerviosismo ni apresuramiento en detrimento de su credibilidad.

Esta sería la primera baja del precio del dinero realizada por el BCE desde noviembre de 1999. A partir de esa fecha, el banco subió siete veces las tasas hasta alcanzar el nivel actual.

En la subasta semanal para la inyección de liquidez en el Eurosistema, la tasao marginal de adjudicación para las entidades comerciales se situó esta semana, de nuevo, en el mínimo de 4,75% para las pujas.

Este es un indicador de que los mercados financieros adelantan una baja de las tasas a corto plazo y que no están dispuestos a pagar más que el mínimo absoluto para los préstamos al banco central ante un inminente descenso del precio del dinero.

Por otra parte, la tasa de cambio del euro salió perjudicada en los últimos días del compás de espera adoptado por el BCE en su política monetaria.

Poco después del anuncio oficial de hoy, la moneda única se cambiaba a US$ 0,8834 y se colocaba en el valor mínimo de los últimos tres meses frente al dólar.

El BCE es el único banco central importante que no ha abaratado el precio del dinero en los últimos meses. La Reserva Federal estadounidense redujo las tasas en 1,5% desde enero pasado y el Banco de Japón las han bajado a casi cero.

Políticos e industriales europeos, entre ellos el ministro francés de Finanzas, Laurent Fabius, han presionado indirectamente al BCE para que reduzca las tasas a fin de incentivar el crecimiento económico en el área euro.

Incluso miembros del Consejo de Gobierno del banco, como el presidente del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, y el español Eugenio Domingo Solans, habían dejado entrever un relajamiento de la política monetaria para favorecer el crecimiento económico.

Uno de las voces contrarias a la reducción de las tasas ha sido el presidente del Bundesbank alemán, Ernst Weltke, otro miembro del Consejo que no considera que haya llegado aún el momento propicio de tomar esta medida y que ve con preocupación las presiones inflacionistas en Alemania, la principal economía de la eurozona.

La política oficial del BCE ha sido la de adherirse a ultranza al cumplimiento del mandato prescrito por el Tratado de Maastricht de mantener la estabilidad de los precios en los países miembros del euro y de no permitir que la inflación supere 2%.

Los sectores más críticos al BCE le piden ahora que cambie esta estrategia por una más acomodaticia que favorezca la coyuntura económica en vista de las perspectivas de crecimiento para este año, que han sido revisadas a la baja y se mueven en torno a 2,5%.

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