Picos de US$ 990 en oro, 106 en crudos tejanos y 103 en Brent

Tan abruptos eran esos niveles que, al cierre, cedían a US$ 105,530 (WTI), 102,50 (Brent) y 980 (oro), por súbita toma de ganancias. Pero, en cuanto a oro, se hablaba de mil dólares (este mismo mes o abril) y US$ 1.500 a fin de año.

6 marzo, 2008

En realidad, ya el miércoles hubo en Nueva York pequeñas operaciones por hasta US$ 995 la onza troy. Si, por fin, el oro toca mil dólares (apenas € 651) este mes o el próximo, los operadores de aprestarán a esperar hasta US$ 1.500 la onza a terminar 2008, en tanto el metal más crítico (cobre) podría acompañar la tendencia.

Algunos analistas del mercado a término piensan entre US$ 1.200 y 1.600 para diciembre. Pero no hay operaciones que convaliden esos precios. Todavía. Entretanto, al menos un experto (Pietro Spina, goldsick.com) alude a “inversores institucionales –no los identifica- que no desechan un máximo de US$ 2.000 la onza para dentro de un año”.

El oro había marcad un récord de US$ 850 en enero de 1980. Ajustado por inflación, hoy sería US$ 1.800 y, extrapolando la relación euro-dólar, casi 2.000 (€ 1.303 ahora). El petróleo ya superó sus picos a dólares constantes; respectivamente US$ 104/105 para el crudo tejano y 100/101 para el Brent.

Un problema poco ponderado por los especuladores a término –verdaderos ludópatas- es el efecto de esas alzas en el conjunto de materias primas. Desde alimentos hasta insumos industriales. Salvo que las grandes economías encuentren medios para aislarse de esos mercados salvajes, sus efectos inflacionarios serán tan globales como letales. Máxime en un contexto de turbulencias financieras y bursátiles, sin mecanismos de arbitraje geopolítico.

Entretanto, la reticencia del Banco Central europeo a bajar la tasa basca (4% anual), aferrado a obsesiones inflacionarias, empujaba el euro a picos de US$ 1,34, cierres de 1,538 y 1,60 a fin de marzo.Todo esto castigó a Wall Street y otras bolsas.

En realidad, ya el miércoles hubo en Nueva York pequeñas operaciones por hasta US$ 995 la onza troy. Si, por fin, el oro toca mil dólares (apenas € 651) este mes o el próximo, los operadores de aprestarán a esperar hasta US$ 1.500 la onza a terminar 2008, en tanto el metal más crítico (cobre) podría acompañar la tendencia.

Algunos analistas del mercado a término piensan entre US$ 1.200 y 1.600 para diciembre. Pero no hay operaciones que convaliden esos precios. Todavía. Entretanto, al menos un experto (Pietro Spina, goldsick.com) alude a “inversores institucionales –no los identifica- que no desechan un máximo de US$ 2.000 la onza para dentro de un año”.

El oro había marcad un récord de US$ 850 en enero de 1980. Ajustado por inflación, hoy sería US$ 1.800 y, extrapolando la relación euro-dólar, casi 2.000 (€ 1.303 ahora). El petróleo ya superó sus picos a dólares constantes; respectivamente US$ 104/105 para el crudo tejano y 100/101 para el Brent.

Un problema poco ponderado por los especuladores a término –verdaderos ludópatas- es el efecto de esas alzas en el conjunto de materias primas. Desde alimentos hasta insumos industriales. Salvo que las grandes economías encuentren medios para aislarse de esos mercados salvajes, sus efectos inflacionarios serán tan globales como letales. Máxime en un contexto de turbulencias financieras y bursátiles, sin mecanismos de arbitraje geopolítico.

Entretanto, la reticencia del Banco Central europeo a bajar la tasa basca (4% anual), aferrado a obsesiones inflacionarias, empujaba el euro a picos de US$ 1,34, cierres de 1,538 y 1,60 a fin de marzo.Todo esto castigó a Wall Street y otras bolsas.

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