¿Otro verano caro para los automovilistas norteamericanos?
La nafta no bajará de 77 centavos el litro. La fuerte demanda chocará contra menores importaciones y problemas en refinerías. Por ahora, los crudos pocas veces ceden de US$ 62 el barril en Nueva York.
A criterio de varios analistas, las existencias de nafta, hoy mínimas en cinco años, seguirán descendiendo. Al mismo tiempo, el crecimiento de demanda aumentarà de 0,5% anual en 2006 a 1% este año y 2% en 2008. Salvo que eso genere precios superiores a 85/90 centavos el litro y, eventualmente, agote la sed de combustibles caros que muestran los automovilistas norteamericanos.
El departamento federal de energía y combustibles señaló que las existencias de nafta (Estados Unidos en el mayor consumidor del mundo) cedieron abruptamente en la primera semana de abril. Por lo común, la primavera boreal es una época dedicado a reconstruirs “stocks”.
De por sí, el fenómeno elevará precios a término de naftas y, luego, los que se cobran al público. Dos o tres consultorías temen que el nivel minorista llegue pronto a 80 centavos el litro, si bien falta para los 83 registrados tras el pico de los crudos (US$ 78,40 el barril, mediados de julio último).
Entretanto, bajan las importaciones de refinados, un punto geopolíticamente vulnerable. Pero la demanda continúa muy cerca de 9.500.000 barriles diarios. Debe considererse que el descenso de existencias -la semana del 2 al 8- era el noveno seguido y significa una contracción de 12% desde principios de febrero.
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A criterio de varios analistas, las existencias de nafta, hoy mínimas en cinco años, seguirán descendiendo. Al mismo tiempo, el crecimiento de demanda aumentarà de 0,5% anual en 2006 a 1% este año y 2% en 2008. Salvo que eso genere precios superiores a 85/90 centavos el litro y, eventualmente, agote la sed de combustibles caros que muestran los automovilistas norteamericanos.
El departamento federal de energía y combustibles señaló que las existencias de nafta (Estados Unidos en el mayor consumidor del mundo) cedieron abruptamente en la primera semana de abril. Por lo común, la primavera boreal es una época dedicado a reconstruirs “stocks”.
De por sí, el fenómeno elevará precios a término de naftas y, luego, los que se cobran al público. Dos o tres consultorías temen que el nivel minorista llegue pronto a 80 centavos el litro, si bien falta para los 83 registrados tras el pico de los crudos (US$ 78,40 el barril, mediados de julio último).
Entretanto, bajan las importaciones de refinados, un punto geopolíticamente vulnerable. Pero la demanda continúa muy cerca de 9.500.000 barriles diarios. Debe considererse que el descenso de existencias -la semana del 2 al 8- era el noveno seguido y significa una contracción de 12% desde principios de febrero.
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