Oro: al filo de US$ 1.200 y sin un techo a la vista
En Nueva York, el metal pasó dos veces de US$ 1.198,50 la onza troy (31,104 gramos). Hace un mes, retomaba los máximos en moneda corriente, US$ 1,35. Pero, en dólares constantes, debiera rozar US$ 1.700 para igualar los 850 logrados en enero de 1980.
2 diciembre, 2009
<p>A criterio de algunos economistas, es una reacción especulativa a temores inflacionarios poco fundados, pero también refleja la persistente debilidad del dólar (€ 0,66, o sea euro en US$ 1,51). En verdad, el actual problema de fondo no es la inflación sino la deflación, que se nota en Estados Unidos, Japón, parte de la Eurozona y algunas economías emergentes grandes, con China al frente.<br />
<br />
Además, al iniciarse noviembre estalló una bomba: el banco central de India le había comprado al Fondo Monetario Internacional 200 toneladas de oro en lingotes por US$ 6.700 millones. Eso sucedió el 28 de octubre, Ahora, varios expertos esperan que China haga lo mismo, en movidas concertadas hacia un objetivo de mediano plazo desmentido varias veces: una canasta dólar-euro-yen-oro (¿yüan también?). La propuesta inicial provenía de los emiratos del golfo Pérsico, pero el derrumbe de Dubai enfrió esa propuesta. <br />
<br />
Otros refieren el fenómeno a 1948. Pero, entonces, los acuerdos de Bretton Woods (1944) habían dado control sobre el oro a los grandes bancos centrales y al flamante Fondo Monetario Internacional. La Unión Soviética estaba en el esquema creado por John Maynard Keynes, pero no China ni Japón. En los hechos, regía un tipo de patrón oro y los grandes emisores cotizaban el metal a US$ 18 la onza, precio que años después pasó a US$ 35. Un grupo de economistas neoclásicos, varios premios Nobel inclusive, exageran afirmando que el metal volverá a funcionar como divisa de última instancia (eso cree la consultoría Delta Global Advisors, por ejemplo). Según esta fuente, “los bancos centrales inducen inflación como forma de estimular crecimiento”. <br />
<br />
Se refieren a la política monetaria de Barack Obama, cuyo paquete de estímulos elevará la deuda federal titulizada a US$ 6,94 billones. Para acentuar presiones, Goldman Sachs estima en US$ 2,9 billones la deuda extra en el bienio fiscal que llega a septiembre de 2011. Se percibe, claro, un clima especulativo. En este contexto, se reflota una predicción de 2008: “el otro tocará US$ 2.000 constantes hacia 2012”. Era cuando se imaginaban crudos a US$ 200 el barril.</p>
<p><br />
</p>