OPEP plantea riesgos de sobreoferta y quiere limitar producción

La Organización de Países Exportadores de Petróleo, que representa un tercio de la producción mundial, cree estar al borde de la sobreoferta. El desborde de cuotas y el fin de la guerra exigen frenar producción para sostener precios, cree la entidad.

14 abril, 2003

“Los precios tienden a debilitarse, más allá de los actuales altibajos, y existe la impresión de que hay demasiado petróleo en plaza”, decía ayer Chakib Khelil, ministro argelino del ramo. Aludiendo a la reunión extraordinaria de la OPEP, convocada para el 24, el funcionario recomienda “empezar obligando a varios exportadores a respetar las cuotas”.

En términos objetivos, los crudos han cedido 25% en Londres (Brent) y 27% en Nueva York (tejanos promedio), comparando los arbitrajes del miércoles 9 con los niveles de un mes antes. El problema es que, entre los infractores, aparece Saudiarabia, con el pretexto de cubrir los “déficit” de Iraq y Nigeria. Pero se terminó el invierno nórdico, la demanda declina y se acumulan existencias en poder de grandes consumidores como Estados Unidos, Japón o Alemania.

“El mercado está sobreabastecido. Razón de más para atenernos al sistema de cuotas”, coincidía Álvaro Silva, secretario general de la organización. Pero el presidente de turno, Abdulá bin Hamad al-Attiyá (omaní) planteará directamente reducir producción, refinamiento y embarques. El ritmo extractivo actual supera en 1.570.000 barriles diarios la suma de cuotas –equivale al consumo total español, por ejemplo- y la excede en 6,4%. Al-Attiyá propondrá una reducción de 10%, pero otros miembros de la OPEP creen que bastaría con respetar las cuotas y eliminar ese 6,4% excedente.

En una postura intermedia, Alí Rodriguez –jefe de la petrolera estatal venezolana, ex secretario general- sugiere que los exportadores dentro y fuera de la OPEP “recorten la producción global en dos millones de barriles diarios”. Formalmente, el encuentro del 24 será preparatorio de la asamblea ordinaria, prevista en Dohá para el 11 de junio. Dado que la agenda de ésta sigue abierta, algunos observadores creen que –el 24- la clave será qué espectro de precios pretende la entidad. Basándose en el mercado a término neoyorquino, se habla de US$ 27,50 a 29,50 el barril, pero Washington, Tokio y Berlín preferirían la gama de US$ 22 a 26. Estos días, los cierres oscilan de US$ 28 a 28,50. En una actitud conciliadora, el ministro saudí del ramo, Alí al-Naimí, se atiene a US$ 22/28.

“Los precios tienden a debilitarse, más allá de los actuales altibajos, y existe la impresión de que hay demasiado petróleo en plaza”, decía ayer Chakib Khelil, ministro argelino del ramo. Aludiendo a la reunión extraordinaria de la OPEP, convocada para el 24, el funcionario recomienda “empezar obligando a varios exportadores a respetar las cuotas”.

En términos objetivos, los crudos han cedido 25% en Londres (Brent) y 27% en Nueva York (tejanos promedio), comparando los arbitrajes del miércoles 9 con los niveles de un mes antes. El problema es que, entre los infractores, aparece Saudiarabia, con el pretexto de cubrir los “déficit” de Iraq y Nigeria. Pero se terminó el invierno nórdico, la demanda declina y se acumulan existencias en poder de grandes consumidores como Estados Unidos, Japón o Alemania.

“El mercado está sobreabastecido. Razón de más para atenernos al sistema de cuotas”, coincidía Álvaro Silva, secretario general de la organización. Pero el presidente de turno, Abdulá bin Hamad al-Attiyá (omaní) planteará directamente reducir producción, refinamiento y embarques. El ritmo extractivo actual supera en 1.570.000 barriles diarios la suma de cuotas –equivale al consumo total español, por ejemplo- y la excede en 6,4%. Al-Attiyá propondrá una reducción de 10%, pero otros miembros de la OPEP creen que bastaría con respetar las cuotas y eliminar ese 6,4% excedente.

En una postura intermedia, Alí Rodriguez –jefe de la petrolera estatal venezolana, ex secretario general- sugiere que los exportadores dentro y fuera de la OPEP “recorten la producción global en dos millones de barriles diarios”. Formalmente, el encuentro del 24 será preparatorio de la asamblea ordinaria, prevista en Dohá para el 11 de junio. Dado que la agenda de ésta sigue abierta, algunos observadores creen que –el 24- la clave será qué espectro de precios pretende la entidad. Basándose en el mercado a término neoyorquino, se habla de US$ 27,50 a 29,50 el barril, pero Washington, Tokio y Berlín preferirían la gama de US$ 22 a 26. Estos días, los cierres oscilan de US$ 28 a 28,50. En una actitud conciliadora, el ministro saudí del ramo, Alí al-Naimí, se atiene a US$ 22/28.

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