NYSE: Reed, fondos y fiscales contra Grasso y Lipton
Aprovechando el nuevo escándalo Richard Grasso obtuvo US$ 57.700.000 extras a cambio de la renuncia-, John Reed, CEO interino, censura a su antecesor. Fondos y fiscales quieren que Grasso devuelva esa suma y otras.
En realidad, el ex presidente de Citigroup criticó ayer el hecho de que
“el propio abogado de la Bolsa de Nueva York le haya gestionado a Grasso
remuneraciones fuera de toda medida”. El martes, se supo que ex CEO bursátil
había pedido US$ 57.700.000 extras por la renuncia y que ese letrado, Martin
Lipton, sigue en la entidad.
Dicho de otro modo, el ex número uno de la New York Stock Exchange (NYSE)
cobró por dimitir. Esto ha hecho que un grupo de fiscales generales (con
el neoyorquino Eliot Spitzer al frente) plantease la nulidad de este y otros
pagos.
Con esa suma, su retribución total por el mandato 2000-3 asciende a
US$ 197.200.000. La cifra incluye el paquete asignado semanas atrás (139.500.000),
menos 48 millones adicionales que el ex CEO restituyó hace unos días.
Lipton, uno de los jurisconsultos más influyentes en Wall Street, es
abogado personal de Grasso y está a cargo de un informe clave sobre funcionamiento
de la NYSE. Justamente por ello, Reed quiere acelerar su propio esquema de reformas
institucionales.
Socio fundador del estudio Wachtell, Lipton, Rosen & Katz, Lipton le consiguió
a Grasso el paquete de US$ 139.500.000, que ya cobró. Esa cifra supera
en más de veinte veces los estipendios fijados por el contrato original
(US$ 9.600.000). Aparte, el letrado aconsejaba no devolver aquellos 48 millones
adicionales.
El abogado encabeza el comité jurídico del NYSE y es principal
asesor del comité remuneratorio, origen de tanta generosidad. Semejante
acumulación de cargos fue duramente objetada el martes por los cuatro
mayores fondos jubilatorios. Los mismos que provocaron la caída del ex
CEO.
“Lipton es un conflicto de intereses ambulante”, ironizaba un directivo
de la Securities & Exchange Commission (SEC, Comisión Federal de
Valores). Pero el ataque de los fondos ha hecho que el letrado ya no participe
en las sesiones de ambos comités.
En cuanto a Reed, virtualmente impuesto a la entidad bursátil por William
Donalson (SEC), planteó reducir de 27 a doce miembros el directorio que
conduce la mayor bolsa del mundo. Además “hay que incorporar caras
nuevas tanto en la junta como en cargos ejecutivos. Esto no puede ser un club
de amigos´´.
Como su primer blanco es Lipton, éste no se privó de comentar
por TV que “Reed sabe mucho del tema. Él manejaba Citibank como
si fuera su casa”. Entretanto, un grupo de grandes fondos jubilatorios
se reunía con el interventor y la SEC “para examinar el paquete
remuneratorio de Grasso y las posibilidades de dar marcha atrás al respecto”.
Esas carteras (US$ 600.000 millones en conjunto) y los reguladores bursátiles
están en contacto con fiscales de Nueva York y otros nueve estados. En
realidad, fueron éstos quienes iniciaron gestiones para que Grasso devuelva
gran parte de lo percibido.
En realidad, el ex presidente de Citigroup criticó ayer el hecho de que
“el propio abogado de la Bolsa de Nueva York le haya gestionado a Grasso
remuneraciones fuera de toda medida”. El martes, se supo que ex CEO bursátil
había pedido US$ 57.700.000 extras por la renuncia y que ese letrado, Martin
Lipton, sigue en la entidad.
Dicho de otro modo, el ex número uno de la New York Stock Exchange (NYSE)
cobró por dimitir. Esto ha hecho que un grupo de fiscales generales (con
el neoyorquino Eliot Spitzer al frente) plantease la nulidad de este y otros
pagos.
Con esa suma, su retribución total por el mandato 2000-3 asciende a
US$ 197.200.000. La cifra incluye el paquete asignado semanas atrás (139.500.000),
menos 48 millones adicionales que el ex CEO restituyó hace unos días.
Lipton, uno de los jurisconsultos más influyentes en Wall Street, es
abogado personal de Grasso y está a cargo de un informe clave sobre funcionamiento
de la NYSE. Justamente por ello, Reed quiere acelerar su propio esquema de reformas
institucionales.
Socio fundador del estudio Wachtell, Lipton, Rosen & Katz, Lipton le consiguió
a Grasso el paquete de US$ 139.500.000, que ya cobró. Esa cifra supera
en más de veinte veces los estipendios fijados por el contrato original
(US$ 9.600.000). Aparte, el letrado aconsejaba no devolver aquellos 48 millones
adicionales.
El abogado encabeza el comité jurídico del NYSE y es principal
asesor del comité remuneratorio, origen de tanta generosidad. Semejante
acumulación de cargos fue duramente objetada el martes por los cuatro
mayores fondos jubilatorios. Los mismos que provocaron la caída del ex
CEO.
“Lipton es un conflicto de intereses ambulante”, ironizaba un directivo
de la Securities & Exchange Commission (SEC, Comisión Federal de
Valores). Pero el ataque de los fondos ha hecho que el letrado ya no participe
en las sesiones de ambos comités.
En cuanto a Reed, virtualmente impuesto a la entidad bursátil por William
Donalson (SEC), planteó reducir de 27 a doce miembros el directorio que
conduce la mayor bolsa del mundo. Además “hay que incorporar caras
nuevas tanto en la junta como en cargos ejecutivos. Esto no puede ser un club
de amigos´´.
Como su primer blanco es Lipton, éste no se privó de comentar
por TV que “Reed sabe mucho del tema. Él manejaba Citibank como
si fuera su casa”. Entretanto, un grupo de grandes fondos jubilatorios
se reunía con el interventor y la SEC “para examinar el paquete
remuneratorio de Grasso y las posibilidades de dar marcha atrás al respecto”.
Esas carteras (US$ 600.000 millones en conjunto) y los reguladores bursátiles
están en contacto con fiscales de Nueva York y otros nueve estados. En
realidad, fueron éstos quienes iniciaron gestiones para que Grasso devuelva
gran parte de lo percibido.
