Moody´s les bajará nota a 40 ó 50 bancos, a raíz de protestas

Una de las dos máximas evaluadoras de riesgo revisará hacia abajo calificaciones de entidades financieras en Norteamérica y Europa occidental. Eso resulta de un nuevo sistema clasificatorio, tras sondeos de Merrill Lynch y JP Morgan Chase.

3 abril, 2007

Moody’s, cuyo fundador y epónimo inventó la medición de desempeño en 1909. identificará esta semana a los bancos afectados, reveló Christopher Mahoney, director ejecutivo de la firma neoyorquina. Poco antes, Richard Thomas –analista de Merrill en Londres- había tachado de “perversa” la revisión que, entre otras cosas, asignaba a tres bancos islandeses el grado Aaa, donde figuran las letras de la tesorería estadounidense y Exxon Mobil.

La decisión significa que varios bancos bajarán algunos escalones, una vez finalizada la revisión, el martes 10. Durante el primer trimestre, Moody’s aumentó las calificaciones de 150 bancos, dando una curiosa explicación: están basadas en países cuyos gobiernos probablemente los rescaten en caso de crisis.

Esta política levantó una ola de quejas y protestas alrededor del mundo, en general silenciada por varios medios especializados. “Estamos conversando con operadores, intermediarios y analistas”, indicó Mahoney. “La nueva clasificación respondrá a las inquietudes del mercado”.

De acuerdo con una encuesta de ML, hecha a mediados de marzo, 85% de operadores e inversores bursátiles sostiene que las calificaciones de Moody’s han perdido fiabilidad debido a su extrema deferencia hacia bancos. Hasta el martes, las acciones de la agencia bajaban 11,2% en el año (a US$ 61.28), en tanto la cartera Standard&Poor’s 500 ganaba 0,9%.

“Lo que necesita Moody’s ahora es años de labor para producir investigación y evaluación de calidad sobre el negocio bancario”. Así cree Benjamin Ashby, analista londinense de JP Morgan Chase, que también cuenta con encuestas propias. El sondeo de Merrill Lynch abarcó 210 entidades financieras en América anglosajonas (EE.UU.-Canadá) y Europa occidental. El trabajo se realizó para probar diversos criterios sobre la actividad bancaria.

Las organizaciones islandesas beneficiadas por la calificadora –no las únicas, claro- son Kaupthjing Banki, Glitnirp Banki y Landsbanki Islands, elevadas a Aaa por Moody’s. Son las tres mayores del pequeño país. Para peor, Fitch Ratings –la tercera agencia de su tipo- las dejó en A (quinto grado por debajo del máximo). En general, los bonistas afirman que los bancos de esa isla no merecen altas calificaciones. Verbigracia, cubrir US$ 13 millones de deuda para Kaupthing durante cinco años mediante pases presupone 52.000 anuales. Mucho más que los US$ 9.000 requeridos para el holandés ABN Amro.

El nuevo sistema aplicado por Moody’s –ahora a punto de descartarse- confía demasiado en el apoyo de los gobiernos para afrontar situaciones dificiles. Pero hay un factor mucho menos transparentes: meses antes de que la calificado elevase las notas de esos bancos, medios como “Financial times” o “Wall Street journal” se hicieron eco de una campaña cifrada en “el milagro financiero islandés”.

The new system relied too much on assumptions about government support, said John Raymond, a London-based analyst at CreditSights Inc. The independent bond research firm said last month that it wouldn´t use Moody´s “worthless´´ new ratings in a report titled “Moody´s Makes

Moody’s, cuyo fundador y epónimo inventó la medición de desempeño en 1909. identificará esta semana a los bancos afectados, reveló Christopher Mahoney, director ejecutivo de la firma neoyorquina. Poco antes, Richard Thomas –analista de Merrill en Londres- había tachado de “perversa” la revisión que, entre otras cosas, asignaba a tres bancos islandeses el grado Aaa, donde figuran las letras de la tesorería estadounidense y Exxon Mobil.

La decisión significa que varios bancos bajarán algunos escalones, una vez finalizada la revisión, el martes 10. Durante el primer trimestre, Moody’s aumentó las calificaciones de 150 bancos, dando una curiosa explicación: están basadas en países cuyos gobiernos probablemente los rescaten en caso de crisis.

Esta política levantó una ola de quejas y protestas alrededor del mundo, en general silenciada por varios medios especializados. “Estamos conversando con operadores, intermediarios y analistas”, indicó Mahoney. “La nueva clasificación respondrá a las inquietudes del mercado”.

De acuerdo con una encuesta de ML, hecha a mediados de marzo, 85% de operadores e inversores bursátiles sostiene que las calificaciones de Moody’s han perdido fiabilidad debido a su extrema deferencia hacia bancos. Hasta el martes, las acciones de la agencia bajaban 11,2% en el año (a US$ 61.28), en tanto la cartera Standard&Poor’s 500 ganaba 0,9%.

“Lo que necesita Moody’s ahora es años de labor para producir investigación y evaluación de calidad sobre el negocio bancario”. Así cree Benjamin Ashby, analista londinense de JP Morgan Chase, que también cuenta con encuestas propias. El sondeo de Merrill Lynch abarcó 210 entidades financieras en América anglosajonas (EE.UU.-Canadá) y Europa occidental. El trabajo se realizó para probar diversos criterios sobre la actividad bancaria.

Las organizaciones islandesas beneficiadas por la calificadora –no las únicas, claro- son Kaupthjing Banki, Glitnirp Banki y Landsbanki Islands, elevadas a Aaa por Moody’s. Son las tres mayores del pequeño país. Para peor, Fitch Ratings –la tercera agencia de su tipo- las dejó en A (quinto grado por debajo del máximo). En general, los bonistas afirman que los bancos de esa isla no merecen altas calificaciones. Verbigracia, cubrir US$ 13 millones de deuda para Kaupthing durante cinco años mediante pases presupone 52.000 anuales. Mucho más que los US$ 9.000 requeridos para el holandés ABN Amro.

El nuevo sistema aplicado por Moody’s –ahora a punto de descartarse- confía demasiado en el apoyo de los gobiernos para afrontar situaciones dificiles. Pero hay un factor mucho menos transparentes: meses antes de que la calificado elevase las notas de esos bancos, medios como “Financial times” o “Wall Street journal” se hicieron eco de una campaña cifrada en “el milagro financiero islandés”.

The new system relied too much on assumptions about government support, said John Raymond, a London-based analyst at CreditSights Inc. The independent bond research firm said last month that it wouldn´t use Moody´s “worthless´´ new ratings in a report titled “Moody´s Makes

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