México: crecieron los crédito alternativos

El crédito bancario a empresas cayó 10,2% en 2000. Las compañías buscaron otras fuentes de financiación, como el mercado bursátil, ante el encarecimiento de los préstamos, tras la crisis de 1994-95.

5 enero, 2001

(EFE).- Más de 66% de las empresas privadas mexicanas evitaron el pasado año los altos intereses de los bancos y buscaron fuentes alternativas de financiación, como la colocación de deuda en los mercados y el apoyo de proveedores, aseguraron expertos financieros.

Según datos oficiales, el crédito bancario a empresas cayó 10,2% el año pasado, cifra inferior a la reducción en 16% registrada en 1999.

Desde agosto de 1998 a septiembre de 2000, el crédito a empresas privadas se desplomó 27,9% en términos reales.

Según el analista de BBVA-Bancomer Fernando González, las compañías se vieron obligadas a buscar fuentes alternativas de financiación ante el encarecimiento de los créditos que se produjo tras la crisis económica de 1994-1995 y que colocó al sistema bancario mexicano al borde de la quiebra.

De acuerdo con estimaciones oficiales, el crédito se desplomó en más de 60% entre 1995 y 1999.

En el último año y según una encuesta de los analistas del BBVA-Bancomer, cerca de 50% de las empresas recibió el crédito de corto plazo de sus proveedores, 22% de la banca comercial mexicana y el 6,3% de la banca extranjera, principalmente las grandes compañías.

Las empresas se negaron a acudir a los bancos debido a las altas tasas de interés, que en los últimos años se situaron en torno de 35%, y a los restrictivos criterios para otorgar créditos que acordaron las autoridades tras la crisis.

Los banqueros mexicanos insistieron en que en los últimos dos años se logró sanear el sistema financiero y las instituciones cuentan con suficientes recursos para financiar el desarrollo, pero, sin embargo, el crédito continúa deprimido.

El director de análisis de la Casa de Bolsa Value, Sergio García, confirmó que el crédito bancario para financiar al sector privado fue sustituido en gran parte por las emisiones de papel de deuda de corto plazo y de bonos de las empresas.

Según datos de la Bolsa Mexicana de Valores, el año pasado las grandes empresas recurrieron al mercado bursátil mexicano para colocar papel comercial.

En conjunto, se realizaron unas 689 emisiones por unos 381.366 millones de pesos (unos US$ 40.143 millones), cifra que incluye pagos y nuevos créditos.

Además, las grandes compañías colocaron 61 emisiones de deuda de medio y largo plazo por 32.457 millones de pesos (unos US$ 3.416 millones) en 2000.

Según un informe de BBVA-Bancomer, la emisión del papel privado se disparó en 35% en los primeros once meses de 2000, al pasar de unos 74.300 millones de pesos (unos US$ 7.821 millones) a unos 108.700 millones de pesos (unos US$ 11.442 millones).

De acuerdo con estimaciones oficiales, las grandes empresas también recurrieron a este tipo de financiación en los mercados internacionales y su deuda se elevó 59% entre 1997 y 1999.

La deuda externa del sector privado creció de US$ 34.800 millones en diciembre de 1997 a US$ 55.500 millones al término de 1999.

Los especialistas consultados coincidieron en que las fuentes de financiación alternativas que solucionaron las necesidades de capital de las empresas sólo están disponibles para un sector reducido de la economía mexicana.

Recomendaron a la banca comercial crear nuevos instrumentos de crédito financiero que sean competitivos para que las pequeñas y medianas empresas puedan incorporarse al desarrollo y al crecimiento económico.

Al cierre de septiembre del año pasado, la banca comercial registró activos por 1,3 billón de pesos (unos US$ 145.104 millones) de los cuales 846.622 millones de pesos (unos US$ 89.118 millones) correspondían a créditos vigentes.

(EFE).- Más de 66% de las empresas privadas mexicanas evitaron el pasado año los altos intereses de los bancos y buscaron fuentes alternativas de financiación, como la colocación de deuda en los mercados y el apoyo de proveedores, aseguraron expertos financieros.

Según datos oficiales, el crédito bancario a empresas cayó 10,2% el año pasado, cifra inferior a la reducción en 16% registrada en 1999.

Desde agosto de 1998 a septiembre de 2000, el crédito a empresas privadas se desplomó 27,9% en términos reales.

Según el analista de BBVA-Bancomer Fernando González, las compañías se vieron obligadas a buscar fuentes alternativas de financiación ante el encarecimiento de los créditos que se produjo tras la crisis económica de 1994-1995 y que colocó al sistema bancario mexicano al borde de la quiebra.

De acuerdo con estimaciones oficiales, el crédito se desplomó en más de 60% entre 1995 y 1999.

En el último año y según una encuesta de los analistas del BBVA-Bancomer, cerca de 50% de las empresas recibió el crédito de corto plazo de sus proveedores, 22% de la banca comercial mexicana y el 6,3% de la banca extranjera, principalmente las grandes compañías.

Las empresas se negaron a acudir a los bancos debido a las altas tasas de interés, que en los últimos años se situaron en torno de 35%, y a los restrictivos criterios para otorgar créditos que acordaron las autoridades tras la crisis.

Los banqueros mexicanos insistieron en que en los últimos dos años se logró sanear el sistema financiero y las instituciones cuentan con suficientes recursos para financiar el desarrollo, pero, sin embargo, el crédito continúa deprimido.

El director de análisis de la Casa de Bolsa Value, Sergio García, confirmó que el crédito bancario para financiar al sector privado fue sustituido en gran parte por las emisiones de papel de deuda de corto plazo y de bonos de las empresas.

Según datos de la Bolsa Mexicana de Valores, el año pasado las grandes empresas recurrieron al mercado bursátil mexicano para colocar papel comercial.

En conjunto, se realizaron unas 689 emisiones por unos 381.366 millones de pesos (unos US$ 40.143 millones), cifra que incluye pagos y nuevos créditos.

Además, las grandes compañías colocaron 61 emisiones de deuda de medio y largo plazo por 32.457 millones de pesos (unos US$ 3.416 millones) en 2000.

Según un informe de BBVA-Bancomer, la emisión del papel privado se disparó en 35% en los primeros once meses de 2000, al pasar de unos 74.300 millones de pesos (unos US$ 7.821 millones) a unos 108.700 millones de pesos (unos US$ 11.442 millones).

De acuerdo con estimaciones oficiales, las grandes empresas también recurrieron a este tipo de financiación en los mercados internacionales y su deuda se elevó 59% entre 1997 y 1999.

La deuda externa del sector privado creció de US$ 34.800 millones en diciembre de 1997 a US$ 55.500 millones al término de 1999.

Los especialistas consultados coincidieron en que las fuentes de financiación alternativas que solucionaron las necesidades de capital de las empresas sólo están disponibles para un sector reducido de la economía mexicana.

Recomendaron a la banca comercial crear nuevos instrumentos de crédito financiero que sean competitivos para que las pequeñas y medianas empresas puedan incorporarse al desarrollo y al crecimiento económico.

Al cierre de septiembre del año pasado, la banca comercial registró activos por 1,3 billón de pesos (unos US$ 145.104 millones) de los cuales 846.622 millones de pesos (unos US$ 89.118 millones) correspondían a créditos vigentes.

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