Merrill Lynch, otra víctima de una crisis hipotecaria que no cede

Por un lado, el viernes salían cifras poco claras sobre mercado laboral, cuyo objeto parecía lograr nuevos máximos en Wall Street. Por el otro, el sábado Merrill Lynch revelaba un pésimo balance.

8 octubre, 2007

Según los resultados de junio-septiembre, la firma de valores pasa a ser la más perjudicada –al presente- por la crisis hipotecaria que cunde en Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania. El tercer trimestral, en efecto, incluye cargos contables (contra pérdidas) por US$ 5.500 millones.

Hasta ahora es la única protagonista de Wall Street que registra quebrantos de tal magnitud en el período contable recién cerrado. Se trata de una organización con 16.000 agentes, corredores y analistas. Hoy afronta graves objeciones de accionistas, clientes e inversores, pues –en julio- aseguraba no tener problemas originados en malas hipotecas.

En realidad, lo que ML señalaba por entonces era que “los efectos de malas transacciones son créditos inmobiliarios estaban acotados”. Este cargo de US$ 5.500 millones dice lo contrario y, según medios neoyorquinos, pueden rodar más cabezas, amén de dos principales ejecutivos, despedidos este fin de semana.

Expertos al tanto de la situación hablan ya de “activos en riesgo por US$ 25.000 millones”. De acuerdo con datos de las propias compañías, las pérdidas en el tercer trimestre vinculadas al segmento hipotecario representan, luego de ML, US$ 3.400 millones para Union des banues suisses, 3.300 millones para Citigroup, 3.100 millones para Deutsche Bank, 2.400 millones para Morgan Stanley, 1.500 millones para Goldman Sachs, 700 millones para Lehman Brothers y Bear Stearns (las últimas tres excluyen malos negocios con derivados. Obviamente, las recurrentes minieuforias bursátiles carecen de sustento real.

Según los resultados de junio-septiembre, la firma de valores pasa a ser la más perjudicada –al presente- por la crisis hipotecaria que cunde en Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania. El tercer trimestral, en efecto, incluye cargos contables (contra pérdidas) por US$ 5.500 millones.

Hasta ahora es la única protagonista de Wall Street que registra quebrantos de tal magnitud en el período contable recién cerrado. Se trata de una organización con 16.000 agentes, corredores y analistas. Hoy afronta graves objeciones de accionistas, clientes e inversores, pues –en julio- aseguraba no tener problemas originados en malas hipotecas.

En realidad, lo que ML señalaba por entonces era que “los efectos de malas transacciones son créditos inmobiliarios estaban acotados”. Este cargo de US$ 5.500 millones dice lo contrario y, según medios neoyorquinos, pueden rodar más cabezas, amén de dos principales ejecutivos, despedidos este fin de semana.

Expertos al tanto de la situación hablan ya de “activos en riesgo por US$ 25.000 millones”. De acuerdo con datos de las propias compañías, las pérdidas en el tercer trimestre vinculadas al segmento hipotecario representan, luego de ML, US$ 3.400 millones para Union des banues suisses, 3.300 millones para Citigroup, 3.100 millones para Deutsche Bank, 2.400 millones para Morgan Stanley, 1.500 millones para Goldman Sachs, 700 millones para Lehman Brothers y Bear Stearns (las últimas tres excluyen malos negocios con derivados. Obviamente, las recurrentes minieuforias bursátiles carecen de sustento real.

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