Mala semana para Internet: primero Google, luego Amazon
En jueves y viernes, cayó 9% la acción del megamotor de búsquedas. Sus ganancias eran altas, pero frustraron las expectativas exageradas. El viernes, la ciberlibrería se desplomó 11%, sólo que en su caso- hubo 42,7% menos utilidades.
En efecto, el IV trimestre de 2005 fue un desastre: apenas US$ 199 millones, o sea 42,7% menos que los US$ 347 millones del período equivalente en 2004. Eso explica que, en los últimos días de la semana, el panel Nasdaq compuesto (clave de los papeles tecnológicos) acumulase 2,2% de retroceso.
Pero Amazon tuvo un efecto más alarmante, pues –tras Google- su 11% de caída acentúa temores del mercados en materia de tecnología informática y la Red. Algunos analistas temen que se repita el desinfle de 2000/1, si bien no hay una burbuja TI tan desorbitada como entonces. Sí parece haberla en segmentos que viven de Internet.
Yendo algo para atrás, ya en diciembre había señales alarmantes, originadas en eBay (el mayor portal mundial de subastas) y Yahoo, un motor de búsquedas que sólo cede a Google en volumen. Ya en estos días, surge un síntoma que deteriora la confianza de los navegantes de Google, Yahoo, MSN y similares: las empresas capitulan ante la censura estatal, no sólo en China, y dejan sin apoyo las bitácoras (“blogs”) privadas. Quizá con la secreta intención de imponer las “institucionales”, una forma nada sutil de publicidad indeseable.
Por ahora, el desbarranque bursátil tiene un lado positivo, pues previene el efecto especulativo “bola de nieve”, clave de la burbuja registrada en 1998/2000. En el caso Amazon, una sola firma de valores es optimista: Bear Stears, antigua campeona de la “nueva economía”, una ilusión creada por “Busines week”, Nicholas Negroponte –hoy vende computadoras baratas- y Abigail J.Cohen, gurú de BS hoy retirada.
.
Al contrario, la cauta Goldman Sachs lamenta la volatilidad de Amazon, Google y Yahoo. En este punto, se da una ironía: los mismos promotores de un marketing que mina los derechos de autor son víctimas de sus excesos. En el fondo, cuando Amazon, Random House y Wikipedia conspiran contra la propiuedad intelectual, están quitándoles mercado a sus propios productos.
En efecto, el IV trimestre de 2005 fue un desastre: apenas US$ 199 millones, o sea 42,7% menos que los US$ 347 millones del período equivalente en 2004. Eso explica que, en los últimos días de la semana, el panel Nasdaq compuesto (clave de los papeles tecnológicos) acumulase 2,2% de retroceso.
Pero Amazon tuvo un efecto más alarmante, pues –tras Google- su 11% de caída acentúa temores del mercados en materia de tecnología informática y la Red. Algunos analistas temen que se repita el desinfle de 2000/1, si bien no hay una burbuja TI tan desorbitada como entonces. Sí parece haberla en segmentos que viven de Internet.
Yendo algo para atrás, ya en diciembre había señales alarmantes, originadas en eBay (el mayor portal mundial de subastas) y Yahoo, un motor de búsquedas que sólo cede a Google en volumen. Ya en estos días, surge un síntoma que deteriora la confianza de los navegantes de Google, Yahoo, MSN y similares: las empresas capitulan ante la censura estatal, no sólo en China, y dejan sin apoyo las bitácoras (“blogs”) privadas. Quizá con la secreta intención de imponer las “institucionales”, una forma nada sutil de publicidad indeseable.
Por ahora, el desbarranque bursátil tiene un lado positivo, pues previene el efecto especulativo “bola de nieve”, clave de la burbuja registrada en 1998/2000. En el caso Amazon, una sola firma de valores es optimista: Bear Stears, antigua campeona de la “nueva economía”, una ilusión creada por “Busines week”, Nicholas Negroponte –hoy vende computadoras baratas- y Abigail J.Cohen, gurú de BS hoy retirada.
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Al contrario, la cauta Goldman Sachs lamenta la volatilidad de Amazon, Google y Yahoo. En este punto, se da una ironía: los mismos promotores de un marketing que mina los derechos de autor son víctimas de sus excesos. En el fondo, cuando Amazon, Random House y Wikipedia conspiran contra la propiuedad intelectual, están quitándoles mercado a sus propios productos.
