Madoff: un turbio abogado apareció muerto en la pileta
Jeffrey Picower empezó simulándose víctima de Bernard Madoff (US$ 65.000 millones, la mayor estafa de la historia norteamericana). Luego se supo que era cómplice y había ganado US$ 7.200 millones. Ahora, lo hallaron flotando en su mansión de Palm Beach.
27 octubre, 2009
<p>Hasta que lo pescaron de la piscina privada (al parecer, por paro cardíaco), Picower era el máximo beneficiario individual del megafraude: se había quedado con 11% de un botín internacional. Gestor clave en la redistribución de ganancias ilícitas, el abogado figuraba en la lista de los 400 estadounidenses más ricos, que Forbes compila sin atender al origen de esas fortunas. <br />
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El oportuno deceso elimina posibilidades de echar luz sobre los complejos mecanismos de la enorme estafa financiera. En otras palabras, será difícil seguirles la pista a por lo menos 60% de los fondos ocultos por Madoff y sus copartícipes, escudados en el silencio.<br />
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De hecho, Picower era el mayor cómplice que no formaba parte de una familia tan ortodoxa como inescrupulosa. Su habilidad permitió lavar no menos de US$ 39.000 millones. De paso, involucró a muchos componentes de la alta burguesía financiera, en particular judíos que confiaron en la buena fe de los Madoff y su abogado estrella.<br />
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Las especulaciones sobre este deceso quedaron en apariencia abortadas por el informe forense. El letrado ¡y filántropo! de 67 años, en efecto, padecía de insuficiencia cardíaca y mal de Parkinson. En una especie de justicia poética, lega al “instituto Picower para memoria y aprendizaje”, creado por él y su esposa, donantes de 50 millones.</p>
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