Los daños llegarán a 4% del PBI japonés
A juicio del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (Banco Mundial), harán falta cinco años para recobrar el crecimiento. Similar prognosis comparte el Banco Asiático de Desarrollo (BAD). Ambos han revisado sus perspectivas regionales.
<p>En el caso del BM, difundió este lunes un informe de campo, según el cual la combinación de sismos, sus réplicas y el tsunami han dejado un saldo que el gobierno japonés se resiste a sincerar. Tanto la entidad occidental como la de Asia-Pacífico hablan de US$ 220.000 a 235.000 millones.<br />
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Vale decir, entre 3 y 4% de un producto bruto interno que iba hasta este cataclismo tercero en el mundo, luego de Estados Unidos y China. “Apelando a la historia como referente –señala el trabajo de BM-, la expansión económica del país podría exigir un quinquenio para recobrarse”. Todo depende de cómo evolucione la reconstrucción en los próximos seis trimestres.<br />
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El organismo prevé costos superiores a los del terremoto de Kobe (1995). Hay un punto inquietante: los daños, afirma el BM, deberán ser pagados en conjunto por los propietarios de bienes raíces y otros activos con asistencia del gobierno. Aseguradoras y reaseguradoras los afrontarán en menor medida, lo cual sugiere un sesgo pro este negocio en los equipos técnicos del banco y los del BAD.<br />
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Volviendo al ejemplo de Kobe, ambas instancias coinciden que se deteriorarán los rindes de la deuda pública en bonos y otros títulos. En esa oportunidad, la renta de papeles a diez años se contrajo de 4,2% en 1994 a 3,5% un año más tarde y a 1,7% terminando 1999. Entretanto, el banco de Japón (central) efectuaba masivas inyecciones de liquidez para apuntalar los bonos.<br />
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Circunstancias, factores y políticas en la actualidad repiten el contexto, en forma corregida y aumentada. En cuestión de días, se emitieron más de US$ 400.000 millones. Sin embargo, el yen se reapreció a punto tal que ha forzado la primera intervención colectiva encarada por el grupo de los 7 en diez años. Por otra parte, los problemas de crecimiento comienzan a perturbar las actividades industriales en el área de influencia nipona. Particularmente en materia de automotores, electrónica de uso final y componentes e insumos de computación y celulares.<br />
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