Las operaciones de muy alta frecuencia golpean otra vez

Mientras el gobierno estadounidense llama a controlar todo tipo de abusos en Wall Street, en Europa occidental proliferan al socaire de la crisis financiera. Ahora, nadie menos que Lloyd Blankfein (Goldman Sachs) sostiene que las bolsas exageran.

10 mayo, 2010

<p>Hoy, los reguladores del mercado advierten que, durante demasiado tiempo, han sido muy tolerantes con la especulaci&oacute;n y sus mutables instrumentos. Si un dudoso &ldquo;error&rdquo; humano pudo hacer caer casi mil puntos en segundos el Dow Jones 30 (el jueves 6), cae de maduro que se necesitan normas m&aacute;s estrictas pero menos inflexibles.<br />
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La clave de estos desastres reside en transacciones masivas efectuadas en nanosegundos. Convergen supercomputadoras tipo C-5 y complejos modelos derivativos que involucran miles de ecuaciones. Son productos de gente como Robert Merton, Myron Scholes (Nobel 1987 compartido), Henry Markowitz, Merton Miller y William Sharpe (hab&iacute;an dividido el premio en 1990). No eran economistas ni soci&oacute;logos, sino simples matem&aacute;ticos que trabajaban para la megaespeculaci&oacute;n financiera.<br />
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El corriente avatar de esos sistemas se traduce en transacciones de alta frecuencia (TAF), que generan oscilaciones extremas y devastadoras a velocidad de la luz. Como todo derivativo, las enormes sumas que manejan y sus activos son aire caliente. Vale decir, multiplican por cientos o miles cada d&oacute;lar real que las alimenta.<br />
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En tanto la Eurozona trata de proteger su castigada divisa mediante un fondo para salvar estados insolventes, en EE.UU. el principal problema es limitar la volatilidad de los mercados especulativos. Son vaivenes asociados a las TAF. Por otra parte, este modelo tiene otro efecto perverso: no ataca acciones ni bonos privados o p&uacute;blicos, sino directamente pa&iacute;ses.<br />
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Ese extra&ntilde;o &ldquo;error&rdquo; en la mesa de dinero de Citigroup, Nueva York, ha abierto otra caja de Pandora. Este martes, un comit&eacute; bilateral del Congreso discutir&aacute; los hechos desencadenados el d&iacute;a 6 en Wall Street y otros mercados. Entre los temas, habr&aacute; uno dominante: la interconexi&oacute;n global de mercados especulativos y su capacidad multiplicadora. Por ejemplo, el jueves pasado las plazas europeas hab&iacute;an cerrado cuando aquel operador tecle&oacute; una orden para vender mil millones (one billion) de papeles &ndash;entre ellos, de Procter &amp; Gamble- en lugar de un modesto million.<br />
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Las TAF disparadas fueron tan dif&iacute;ciles de deshacer que el D-J 30 termin&oacute; perdiendo 362 de aquellos 998 puntos. Al respecto, cabe subrayar otro detalle: en EE.UU. operan unos cincuenta mercados burs&aacute;tiles menores, que amplifican cualquier movimiento hacia arriba o abajo.<br />
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