La reunión G-8 finalizó sin pasos concretos en materia energética

Aunque los ministros de finanzas del G-8 reunidos en Moscú dijeron que el precio “alto y volátil” de la energía atenta contra el crecimiento económico global, la reunión finalizó con vagas promesas sobre seguridad energética.

12 febrero, 2006

En un momento en que los fenomenales crecimientos de China e India necesitan cada vez más petróleo, ese aumento en la demanda contribuye a subir los precios. El grupo de los 8, un club que reúne a las democracias capitalistas más ricas del mundo y a Rusia, discutió el sábado sobre los problemas que se derivan de la escasa oferta actual de energía en el mundo.

Según comentó a la prensa después de la reunión John W. Snow, secretario la Tesorería de Estados Unidos, el aumento de los precios energéticos atenta contra el crecimiento mundial. La solución, agregó, podría estar en aplicar mecanismos de mercado para abrir a las inversiones las regiones productoras de petróleo, en transparentar los acuerdos energéticos y en mejorar los lazos entre países productores y consumidores. Según una declaración oficial que se dio a conocer después de la reunión, los ministros reclamaron a las naciones exportadoras mayor precisión al informar sobre cifras de reservas y producción. También solicitaron mayor inversión en exploración y oleoductos para distribución.

Pero la reunión – que duró un solo día y fue la primera en el marco de la actual presidencia rusa del G-8 – culminó sin fijar una nueva gran agenda para el comercio energético mundial. La declaración conjunta de los ministros hace vagas promesas sobre “mejorar el diálogo entre países productores, consumidores y sector privado para mejorar la política energética global.”

Sobre la reunión se proyectaba la sombra del temor generado por la crisis entre Rusia y Ucrania a principios de enero, cuando luego de fracasar en un intento por aumentar precios, la compañía estatal rusa Gazprom cortó el suministro de gas diciendo que Ucrania se negaba a pagar la tasa del mercado. El embargo hizo sonar las alarmas en Europa sobre la posibilidad de escasez y cortes.

Según la declaración firmada por los 8, los ministros (de Japón, Alemania, Italia, Francia, Gran Bretaña, Canadá Estados Unidos y Rusia) acordaron “trabajar a través de grupos internacionales para que se hagan las inversiones necesarias en exploración, producción, transporte y capacidad de refinación y para mejorar la eficiencia energética”.

En un momento en que los fenomenales crecimientos de China e India necesitan cada vez más petróleo, ese aumento en la demanda contribuye a subir los precios. El grupo de los 8, un club que reúne a las democracias capitalistas más ricas del mundo y a Rusia, discutió el sábado sobre los problemas que se derivan de la escasa oferta actual de energía en el mundo.

Según comentó a la prensa después de la reunión John W. Snow, secretario la Tesorería de Estados Unidos, el aumento de los precios energéticos atenta contra el crecimiento mundial. La solución, agregó, podría estar en aplicar mecanismos de mercado para abrir a las inversiones las regiones productoras de petróleo, en transparentar los acuerdos energéticos y en mejorar los lazos entre países productores y consumidores. Según una declaración oficial que se dio a conocer después de la reunión, los ministros reclamaron a las naciones exportadoras mayor precisión al informar sobre cifras de reservas y producción. También solicitaron mayor inversión en exploración y oleoductos para distribución.

Pero la reunión – que duró un solo día y fue la primera en el marco de la actual presidencia rusa del G-8 – culminó sin fijar una nueva gran agenda para el comercio energético mundial. La declaración conjunta de los ministros hace vagas promesas sobre “mejorar el diálogo entre países productores, consumidores y sector privado para mejorar la política energética global.”

Sobre la reunión se proyectaba la sombra del temor generado por la crisis entre Rusia y Ucrania a principios de enero, cuando luego de fracasar en un intento por aumentar precios, la compañía estatal rusa Gazprom cortó el suministro de gas diciendo que Ucrania se negaba a pagar la tasa del mercado. El embargo hizo sonar las alarmas en Europa sobre la posibilidad de escasez y cortes.

Según la declaración firmada por los 8, los ministros (de Japón, Alemania, Italia, Francia, Gran Bretaña, Canadá Estados Unidos y Rusia) acordaron “trabajar a través de grupos internacionales para que se hagan las inversiones necesarias en exploración, producción, transporte y capacidad de refinación y para mejorar la eficiencia energética”.

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