La pandemia profundizó la brecha entre ricos y pobres

Lombard Odier & Co. es un banco privado suizo que funciona en Ginebra desde 1796. Fuera de Suiza tiene sucursales en Luxemburgo, Londres, Moscú, Nueva York, Boston, Montreal, Bermudas, Bahamas, Panamá, Uruguay, Hong Kong, Singapur, Dubai, Tokio y Tel Aviv. Prestamista de Napoleón en su momento, el Lombard Odier forma parte de un gran grupo de bancos ultra secretos, vio este año crecer notablemente los activos de sus clientes.

El UBS (Unión de Bancos Suizos), cuyas operaciones son las más grandes del mundo, registró las mayores ganancias trimestrales en los últimos diez años. Para la semana próxima su rival, Credit Suisse, calcula publicar una bonanza parecida.

Mientras el FMI calcula que la economía global se contraerá 4,4% este año (la mayor contracción en ls historia reciente) arrojando a millones de personas a la pobreza, los multimillonarios del mundo se enriquecieron más que en 2019, según datos compilados por el UBS. La tendencia, que s observa en muchos países del mundo, es otra señal de que la pandemia está profundizando las desigualdades.

El valor neto de Jeff Bezos, CEO de Amazon, creció US$ 73.000 millones entre mediados de marzo y mediados de septiembre. En el mismo periodo Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, y Elon Musk, CEO de Tesla y Space X, tuvieron un aumento en su valor neto de US$ 45.000 millones cada uno.

En China, 257 personas entraron en la categoría de multimillonarios con miles de millones en sus cuentas. Jack Ma, fundador de Alibaba, aumentó 45% su valuación neta en los últimos 10 meses.

Más allá de estos éxitos estelares, en general la pandemia enriqueció a los ricos. Para muchos, la clave estuvo en el consejo que recibieron de sus banqueros en el inicio mismo de la crisis: no vendan.

Lombard Odier comenzó diciendo a sus clientes en el mes de febrero que pongan su capital a trabajar en los mercados donde reinaba el pánico.