La incertidumbre aqueja a Wall Street

La indecisión de los inversores de seguir comprando o esperar datos más claros sobre el futuro cercano de la economía estadounidense marcó la evolución de la semana bursátil en New York.

26 mayo, 2001

(EFE).- Tras una semana de negocios marcada por la toma de ganancias, la incertidumbre regresa a las bolsas de Wall Street, mientras los inversores deciden si continúan comprando o si esperan a que el panorama económico se aclare un poco más.

Hasta el cierre del 21 de mayo, las bolsas habían recuperado buena parte de las pérdidas que acumularon desde mediados de 2000, cuando las magras previsiones de crecimiento de la economía estadounidense afectaron a las expectativas de ganancias de las empresas.

Ese día, el índice Dow Jones cerró en el nivel más alto en 16 meses y el Nasdaq se situaba en 41%, por encima de su cierre mínimo del pasado 4 de abril.

Pero las sesiones siguientes estuvieron marcadas por una clara tendencia a la baja, fruto, en gran medida, de la realización de beneficios motivada por seis sesiones consecutivas de alzas.

Al cierre de la semana, el Nasdaq completó de todas maneras un alza de 2,37%, tras ganar en las cinco sesiones un total de 52,15 puntos y quedar en 2.251,03 unidades.

Pero el Dow Jones cerró ayer viernes en 11.005,37 puntos, 296 unidades (2,62%) por debajo del cierre del pasado viernes 18 de mayo.

Para los expertos, además de la toma de ganancias, las bolsas sufren el desgaste propio de un mercado que, sin tener grandes noticias de empresas que sustenten sus alzas, comienza a subir con fuerza.

El argumento de los inversores para justificar las alzas es que a fines de año la economía subirá con fuerza y esto se traducirá en grandes ganancias para las compañías estadounidenses.

Las perspectivas optimistas sobre el futuro de la economía hacen pensar que este es el momento preciso para entrar en el mercado y aprovechar los bajos precios que difícilmente se mantendrán por mucho tiempo.

Sin embargo, a medida que pasaban los días, la realización de beneficios fue cediendo terreno a previsiones tal vez no tan optimistas respecto al crecimiento económico estadounidense, lo que hizo que muchos inversores reevaluaran sus estrategias y decidieran esperar un poco más antes de comprometer más dinero en acciones.

El viernes se informó de que el Producto Bruto Interno (PBI) de Estados Unidos subió en el primer trimestre 1,3% con respecto al mismo trimestre del año anterior, contra el alza de 1% que registró en el cuarto trimestre del año pasado.

De acuerdo con los datos provisionales entregados el mes pasado por el Gobierno estadounidense, se calculaba que la economía había crecido 2% en el primer trimestre.

Asimismo, el viernes se dieron conocer las cifras de órdenes de fabricación de bienes duraderos, que cayeron 5% en abril tras un alza de 2,2% en marzo.

Esta baja es muy superior a la caída de 2% que esperaban los analistas de Wall Street.

Mientras, las ventas de viviendas cayeron 4,2% en abril, también más de lo esperado por los analistas.

Todas estas cifras parecen indicar que la reactivación económica aún no ha llegado a Estados Unidos y que faltan varios meses para poder disfrutar de los resultados de la política de rebaja de tasas llevada adelante por la Reserva Federal (Fed).

Esto anuló totalmente el efecto positivo que pudieron haber tenido las palabras del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, quien el jueves no descartó una nueva rebaja de tasas de interés al señalar que la economía estadounidense aún no se libra del riesgo de una desaceleración mayor a la anticipada.

“Pero también tenemos que estar pendientes de que nuestras acciones tomadas este año deberían proveer un sustancial apoyo al fortalecimiento económico más adelante este año”, agregó Greenspan.

Estos comentarios son los primeros que hace el timonel de la política monetaria estadounidense desde marzo, y dan una clara señal de que las rebajas de tipos todavía no han terminado y de que la economía se recuperará a fines de año, ambas señales positivas para el mercado.

No hay que olvidar que el lunes próximo es festivo, por lo que en la sesión de ayer cambiaron de manos muy pocas acciones y por ello los movimientos de las bolsas pudieron haber sido exagerados.

Los analistas esperan ver la reacción de los mercados el martes, ya que en una jornada normal se debería tener una idea más clara de cuál será el camino por el que opten los inversores, seguir comprando con la mirada puesta en el fin de año o hacer una pausa y esperar a que la economía comience verdaderamente a recuperarse.

(EFE).- Tras una semana de negocios marcada por la toma de ganancias, la incertidumbre regresa a las bolsas de Wall Street, mientras los inversores deciden si continúan comprando o si esperan a que el panorama económico se aclare un poco más.

Hasta el cierre del 21 de mayo, las bolsas habían recuperado buena parte de las pérdidas que acumularon desde mediados de 2000, cuando las magras previsiones de crecimiento de la economía estadounidense afectaron a las expectativas de ganancias de las empresas.

Ese día, el índice Dow Jones cerró en el nivel más alto en 16 meses y el Nasdaq se situaba en 41%, por encima de su cierre mínimo del pasado 4 de abril.

Pero las sesiones siguientes estuvieron marcadas por una clara tendencia a la baja, fruto, en gran medida, de la realización de beneficios motivada por seis sesiones consecutivas de alzas.

Al cierre de la semana, el Nasdaq completó de todas maneras un alza de 2,37%, tras ganar en las cinco sesiones un total de 52,15 puntos y quedar en 2.251,03 unidades.

Pero el Dow Jones cerró ayer viernes en 11.005,37 puntos, 296 unidades (2,62%) por debajo del cierre del pasado viernes 18 de mayo.

Para los expertos, además de la toma de ganancias, las bolsas sufren el desgaste propio de un mercado que, sin tener grandes noticias de empresas que sustenten sus alzas, comienza a subir con fuerza.

El argumento de los inversores para justificar las alzas es que a fines de año la economía subirá con fuerza y esto se traducirá en grandes ganancias para las compañías estadounidenses.

Las perspectivas optimistas sobre el futuro de la economía hacen pensar que este es el momento preciso para entrar en el mercado y aprovechar los bajos precios que difícilmente se mantendrán por mucho tiempo.

Sin embargo, a medida que pasaban los días, la realización de beneficios fue cediendo terreno a previsiones tal vez no tan optimistas respecto al crecimiento económico estadounidense, lo que hizo que muchos inversores reevaluaran sus estrategias y decidieran esperar un poco más antes de comprometer más dinero en acciones.

El viernes se informó de que el Producto Bruto Interno (PBI) de Estados Unidos subió en el primer trimestre 1,3% con respecto al mismo trimestre del año anterior, contra el alza de 1% que registró en el cuarto trimestre del año pasado.

De acuerdo con los datos provisionales entregados el mes pasado por el Gobierno estadounidense, se calculaba que la economía había crecido 2% en el primer trimestre.

Asimismo, el viernes se dieron conocer las cifras de órdenes de fabricación de bienes duraderos, que cayeron 5% en abril tras un alza de 2,2% en marzo.

Esta baja es muy superior a la caída de 2% que esperaban los analistas de Wall Street.

Mientras, las ventas de viviendas cayeron 4,2% en abril, también más de lo esperado por los analistas.

Todas estas cifras parecen indicar que la reactivación económica aún no ha llegado a Estados Unidos y que faltan varios meses para poder disfrutar de los resultados de la política de rebaja de tasas llevada adelante por la Reserva Federal (Fed).

Esto anuló totalmente el efecto positivo que pudieron haber tenido las palabras del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, quien el jueves no descartó una nueva rebaja de tasas de interés al señalar que la economía estadounidense aún no se libra del riesgo de una desaceleración mayor a la anticipada.

“Pero también tenemos que estar pendientes de que nuestras acciones tomadas este año deberían proveer un sustancial apoyo al fortalecimiento económico más adelante este año”, agregó Greenspan.

Estos comentarios son los primeros que hace el timonel de la política monetaria estadounidense desde marzo, y dan una clara señal de que las rebajas de tipos todavía no han terminado y de que la economía se recuperará a fines de año, ambas señales positivas para el mercado.

No hay que olvidar que el lunes próximo es festivo, por lo que en la sesión de ayer cambiaron de manos muy pocas acciones y por ello los movimientos de las bolsas pudieron haber sido exagerados.

Los analistas esperan ver la reacción de los mercados el martes, ya que en una jornada normal se debería tener una idea más clara de cuál será el camino por el que opten los inversores, seguir comprando con la mirada puesta en el fin de año o hacer una pausa y esperar a que la economía comience verdaderamente a recuperarse.

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