Koehler apoya créditos a emergentes

El nuevo director del FMI afirma que el organismo debe concentrarse en atender crisis de balanzas de pagos, y no en préstamos de largo plazo.

29 marzo, 2000

El nuevo director gerente del FMI, el alemán Horst Koehler, apoya la continuidad de los préstamos a los países en desarrollo, aunque se manifiesta también a favor de varias reformas propuestas por el Gobierno de EEUU.

En una entrevista que publicó el miércoles el diario “The New York Times”, Koehler asegura que “hay muchas coincidencias con las ideas expresadas por Larry Summers”, el secretario del Tesoro de Estados Unidos.

EEUU insiste en la necesidad de reformar el FMI para que esta institución se ocupe más de la prevención de las crisis y abandone su papel de prestamista a largo plazo para centrarse en las ayudas de emergencia.

Está a favor además de que el sector privado tenga más peso en la solución de las crisis económicas y de que el FMI deje para el Banco Mundial (BM) el grueso de las asistencias a los países en desarrollo.

Un informe realizado a iniciativa del Congreso estadounidense, dominado por los republicanos, va más allá y reclama al Fondo que abandone completamente sus préstamos al desarrollo y a la reducción de la pobreza.

En la entrevista, Koehler coincide con Summers en algunas de las propuestas y se manifiesta a favor de reformar el Fondo, al que considera como “una piedra angular crucial para asegurar el crecimiento y la estabilidad en el mundo”.

“Lo que hay que lograr es un crecimiento sostenido en la economía mundial y eso no es sólo en los países desarrollados, sino en la economía global real, incluidos los países en desarrollo y los mercados emergentes”, aseguró el nuevo director gerente del Fondo.

Koehler fue elegido por el Directorio del FMI el pasado 23 de marzo, pero todavía no ha tomado posesión de su nuevo puesto pues continúa en Londres como responsable del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD).

Según el economista alemán, “hay que entender los préstamos del FMI, en principio, como unos préstamos temporales y no como préstamos permanentes, lo que sustituiría las posibilidades de los mercados de capital”.

Se refirió a la necesaria aportación del sector privado. En la búsqueda del crecimiento económico, “la mayor parte debe ser llevada a cabo por los mercados privados de capital”.

Según defiende Summers, la mayor fuente de riqueza para los países es la entrada de capital privado y no el dinero de las instituciones multilaterales.

El nuevo responsable del Fondo también coincidió con Washington en que el FMI debe dedicarse más bien a prevenir las crisis financieras y que tiene que promover la transparencia, como le reclama también el crítico Congreso estadounidense.

El FMI “debe establecer los estándares y los códigos de un sistema bancario sólido, un comportamiento basado en hacer más para prevenir las crisis”.

Se manifestó además a favor de que los programas de condonación de la deuda exterior de los países más pobres del mundo se enmarquen en una estrategia amplia que incluya la recuperación económica del tercer mundo.

Pero Koehler insistió en que es preciso mantener los préstamos a los países en desarrollo y no concentrarse únicamente en las ayudas emergencias, ya que de esa forma será mayor la influencia sobre las políticas económicas.

El nuevo director gerente del FMI, el alemán Horst Koehler, apoya la continuidad de los préstamos a los países en desarrollo, aunque se manifiesta también a favor de varias reformas propuestas por el Gobierno de EEUU.

En una entrevista que publicó el miércoles el diario “The New York Times”, Koehler asegura que “hay muchas coincidencias con las ideas expresadas por Larry Summers”, el secretario del Tesoro de Estados Unidos.

EEUU insiste en la necesidad de reformar el FMI para que esta institución se ocupe más de la prevención de las crisis y abandone su papel de prestamista a largo plazo para centrarse en las ayudas de emergencia.

Está a favor además de que el sector privado tenga más peso en la solución de las crisis económicas y de que el FMI deje para el Banco Mundial (BM) el grueso de las asistencias a los países en desarrollo.

Un informe realizado a iniciativa del Congreso estadounidense, dominado por los republicanos, va más allá y reclama al Fondo que abandone completamente sus préstamos al desarrollo y a la reducción de la pobreza.

En la entrevista, Koehler coincide con Summers en algunas de las propuestas y se manifiesta a favor de reformar el Fondo, al que considera como “una piedra angular crucial para asegurar el crecimiento y la estabilidad en el mundo”.

“Lo que hay que lograr es un crecimiento sostenido en la economía mundial y eso no es sólo en los países desarrollados, sino en la economía global real, incluidos los países en desarrollo y los mercados emergentes”, aseguró el nuevo director gerente del Fondo.

Koehler fue elegido por el Directorio del FMI el pasado 23 de marzo, pero todavía no ha tomado posesión de su nuevo puesto pues continúa en Londres como responsable del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD).

Según el economista alemán, “hay que entender los préstamos del FMI, en principio, como unos préstamos temporales y no como préstamos permanentes, lo que sustituiría las posibilidades de los mercados de capital”.

Se refirió a la necesaria aportación del sector privado. En la búsqueda del crecimiento económico, “la mayor parte debe ser llevada a cabo por los mercados privados de capital”.

Según defiende Summers, la mayor fuente de riqueza para los países es la entrada de capital privado y no el dinero de las instituciones multilaterales.

El nuevo responsable del Fondo también coincidió con Washington en que el FMI debe dedicarse más bien a prevenir las crisis financieras y que tiene que promover la transparencia, como le reclama también el crítico Congreso estadounidense.

El FMI “debe establecer los estándares y los códigos de un sistema bancario sólido, un comportamiento basado en hacer más para prevenir las crisis”.

Se manifestó además a favor de que los programas de condonación de la deuda exterior de los países más pobres del mundo se enmarquen en una estrategia amplia que incluya la recuperación económica del tercer mundo.

Pero Koehler insistió en que es preciso mantener los préstamos a los países en desarrollo y no concentrarse únicamente en las ayudas emergencias, ya que de esa forma será mayor la influencia sobre las políticas económicas.

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