Italia: la CE contra Fazio y 44 al banquillo por el caso Cirio

La Comisión Europea censura el papel de Banca d’Italia (central) en el turbio intento de Banca Popolare Italiana para tomar Banca Antoniana Popolar Veneta. También el de Unipol sobre Banca Nazionale del Lavoro.

13 diciembre, 2005

El ejecutivo de la Unión Europea está por abrir un sumario por “procedimientos incorrectos” contra el banco central italano, que todavía preside Antonio Fazio. Sin ambages, los comisarios de Finanzas (Charles McCreevy) y Competencia (Nellie Kroes) califica de delictivas las conductas de BPI (ex Lodi, o sea el hoy procesado Giampier Fiorani) y Unipor (es decir, Giovanni Consorte.

Asociación ilícita, abuso de información reservada (“insider’s trading”) y agiotaje bursátil con algunos de los cargos formulados a BPI, Unipol y el mismo Fazio cuya superviviencia sólo se explica en función de sus conexiones con el gobierno Berlusconi y el Vaticano.

Mientras, el tribunal que entiende en la bancarrota de Cirio, el principal grupo alimentario italiano, ha reactivado otro escándalo del momento. Entre los procesados figura Cesare Geronzi, presidente de Capitalia, una de las mayores bancas del país. Los investigadores del ministerio público han estado evaluando complicidades y conductas presuntamente delictivas, que llevaron al colapso de la compañía. Ello ocurrió en 2002, a poco de desplomarse Parmalat, con el cual existen conexiones de varios tipos. Inclusive el pedido de quiebra era fraudulento y su intención fue ocultar una malversación de fondos. En algunos casos, se llega al latrocinio.

Cirio entró en cese de pagos por mil millones de euros en deuda titulizada. Esto causó un desastre entre miles de inversores minoristas. Como ocurrió con el cese selectivo argentino, muchos damnificados acusan a Capitalia y otros bancos de haberles vendido bonos sin explicar los verdaderos riesgos que corrían.

El ex accionista mayoritario de la firma, Sergio Cragnoli, está en una larga lista de potenciales encausados. Un juez de primera instancia debe resolver, ahora, si acepta la presentación de los fiscales y da curso a los procesos. Se plantea iniciarles juicio a 44 de las 46 personas físicas investigadas e indagadas. Por el momento, se salvan la auditoría Deloitte & Touche y un ex director de Cirio, Sebastiano Baudo.

Junto con Geronzi –jefe del cuarto banco italiano- aparecen varios personajes del negocio financiero. Entre ellos, Rainiero Massera, ex presidente de SanPaolo IMI (otra banca grande) y su ex director ejecutivo, Luigi Maranzano. También está complicado en autos Fiorani, que debió abandonar BPI por fraude y maniobras ilegales para apoderarse de AntonVeneta. Casi todos estos implicados se movían en el entorno del primer ministro Sergio Berlusconi o del “obispo” Fazio.

El ejecutivo de la Unión Europea está por abrir un sumario por “procedimientos incorrectos” contra el banco central italano, que todavía preside Antonio Fazio. Sin ambages, los comisarios de Finanzas (Charles McCreevy) y Competencia (Nellie Kroes) califica de delictivas las conductas de BPI (ex Lodi, o sea el hoy procesado Giampier Fiorani) y Unipor (es decir, Giovanni Consorte.

Asociación ilícita, abuso de información reservada (“insider’s trading”) y agiotaje bursátil con algunos de los cargos formulados a BPI, Unipol y el mismo Fazio cuya superviviencia sólo se explica en función de sus conexiones con el gobierno Berlusconi y el Vaticano.

Mientras, el tribunal que entiende en la bancarrota de Cirio, el principal grupo alimentario italiano, ha reactivado otro escándalo del momento. Entre los procesados figura Cesare Geronzi, presidente de Capitalia, una de las mayores bancas del país. Los investigadores del ministerio público han estado evaluando complicidades y conductas presuntamente delictivas, que llevaron al colapso de la compañía. Ello ocurrió en 2002, a poco de desplomarse Parmalat, con el cual existen conexiones de varios tipos. Inclusive el pedido de quiebra era fraudulento y su intención fue ocultar una malversación de fondos. En algunos casos, se llega al latrocinio.

Cirio entró en cese de pagos por mil millones de euros en deuda titulizada. Esto causó un desastre entre miles de inversores minoristas. Como ocurrió con el cese selectivo argentino, muchos damnificados acusan a Capitalia y otros bancos de haberles vendido bonos sin explicar los verdaderos riesgos que corrían.

El ex accionista mayoritario de la firma, Sergio Cragnoli, está en una larga lista de potenciales encausados. Un juez de primera instancia debe resolver, ahora, si acepta la presentación de los fiscales y da curso a los procesos. Se plantea iniciarles juicio a 44 de las 46 personas físicas investigadas e indagadas. Por el momento, se salvan la auditoría Deloitte & Touche y un ex director de Cirio, Sebastiano Baudo.

Junto con Geronzi –jefe del cuarto banco italiano- aparecen varios personajes del negocio financiero. Entre ellos, Rainiero Massera, ex presidente de SanPaolo IMI (otra banca grande) y su ex director ejecutivo, Luigi Maranzano. También está complicado en autos Fiorani, que debió abandonar BPI por fraude y maniobras ilegales para apoderarse de AntonVeneta. Casi todos estos implicados se movían en el entorno del primer ministro Sergio Berlusconi o del “obispo” Fazio.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades