Italia: emergencia presupuestaria y duras críticas al euro

Por un lado, el déficit fiscal primario de este año apunta a € 4.000 millones; o sea, 4,7% del producto bruto interno. Por el otro, el gobierno italiano y parte de la oposición cargan las tintas sobre el euro y la rigidez de Maastricht.

29 octubre, 2005

Van agotándose las maniobras para poner las cuentas públicas en línea con los objetivos del pacto de estabilidad fiscal, en teoría aún válido en la Eurozona (los doce adherentes a la moneda común). Esto es, un techo para el rojo primario de 3% en términos de PBI. Italia se acerca al 4,7%, mientras Alemania y Francia pasan cómodamente ese 3%.

El propio Giulio Tremonti, ministro de Economía por segunda vez en pocos años, confesó ante el parlamento: “las principales medidas de Hacienda en vigor se muestran ineficaces”. En tanto, se acerca la fecha límite para votar el presupuesto 2006 en el senado (11 de novienbre).

Por su parte, el primer ministro Silvio Berlusconi echaba leña al fuego. Durante una visita a su colega Tony Blair, en Londres, volvió a sostener que “el euro nos frena y el pacto fiscal ha perdido toda significación”.

La postura de Berlusconi coincide, al margen de diferencias de estilo, con las de la oposición italiana y gran parte de la dirigencia política en otros miembros de la Eurozona. En realidad, sólo el presidente de la Comisiòn Europea (João Manoel Durão Barroso), el Banco Central Europeo y algunos gobiernos “ortodoxos” –Benelux, España, Austria- se aferran a ese 3% casi mítico definido en 1996, cuando la realidad era muy otra.

Van agotándose las maniobras para poner las cuentas públicas en línea con los objetivos del pacto de estabilidad fiscal, en teoría aún válido en la Eurozona (los doce adherentes a la moneda común). Esto es, un techo para el rojo primario de 3% en términos de PBI. Italia se acerca al 4,7%, mientras Alemania y Francia pasan cómodamente ese 3%.

El propio Giulio Tremonti, ministro de Economía por segunda vez en pocos años, confesó ante el parlamento: “las principales medidas de Hacienda en vigor se muestran ineficaces”. En tanto, se acerca la fecha límite para votar el presupuesto 2006 en el senado (11 de novienbre).

Por su parte, el primer ministro Silvio Berlusconi echaba leña al fuego. Durante una visita a su colega Tony Blair, en Londres, volvió a sostener que “el euro nos frena y el pacto fiscal ha perdido toda significación”.

La postura de Berlusconi coincide, al margen de diferencias de estilo, con las de la oposición italiana y gran parte de la dirigencia política en otros miembros de la Eurozona. En realidad, sólo el presidente de la Comisiòn Europea (João Manoel Durão Barroso), el Banco Central Europeo y algunos gobiernos “ortodoxos” –Benelux, España, Austria- se aferran a ese 3% casi mítico definido en 1996, cuando la realidad era muy otra.

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