Greenspan refuta categóricamente a Bush
Sin atacar los detalles del paquete de reducción impositiva de George W.Bush, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, puso en duda la necesidad de estimular la economía por esa vía. El déficit de presupuesto, dijo, podría descontrolarse.
El veterano presidente de la Fed refutó dos argumentos de Bush: 1) que
aumentar el déficit presupuestario no provoca alzas en las tasas de interés
y 2) que la mejor manera de equilibrar el presupuesto es promoviendo rápido
crecimiento. “Mi opinión es que el estímulo fiscal es prematuro
en este momento”, dijo ente la comisión senatorial sobre banca.
Según él, el mayor obstáculo con que tropieza el crecimiento
es la incertidumbre sobre la probable guerra con Iraq. Si la incertidumbre desaparece,
dio a entender que la Reserva Federal no elevaría las tasas de interés
en el futuro cercano.
No escapaba a los legisladores que lo escuchaban – en su mayoría republicanos
– que la opinión en contra de semejante autoridad en la materia significaba
un balde de agua fría para la administración Bush. Un senador
lo increpó duramente acusándolo de intentar malograr subrepticiamente
el plan del presidente y le sugirió que renuncie.
Los demócratas utilizaron inmediatamente las observaciones de Greenspan
para redoblar su ataque la plan impositivo de Bush.
El veterano presidente de la Fed refutó dos argumentos de Bush: 1) que
aumentar el déficit presupuestario no provoca alzas en las tasas de interés
y 2) que la mejor manera de equilibrar el presupuesto es promoviendo rápido
crecimiento. “Mi opinión es que el estímulo fiscal es prematuro
en este momento”, dijo ente la comisión senatorial sobre banca.
Según él, el mayor obstáculo con que tropieza el crecimiento
es la incertidumbre sobre la probable guerra con Iraq. Si la incertidumbre desaparece,
dio a entender que la Reserva Federal no elevaría las tasas de interés
en el futuro cercano.
No escapaba a los legisladores que lo escuchaban – en su mayoría republicanos
– que la opinión en contra de semejante autoridad en la materia significaba
un balde de agua fría para la administración Bush. Un senador
lo increpó duramente acusándolo de intentar malograr subrepticiamente
el plan del presidente y le sugirió que renuncie.
Los demócratas utilizaron inmediatamente las observaciones de Greenspan
para redoblar su ataque la plan impositivo de Bush.
