Francia: ¿error de S&P o un potencial contagio?
Tras la gaffe admitida por Standard & Poors, la Comisión Europea advierte sobre las dificultades francesas. Según el finés Olli Rehn (Hacienda), sus finanzas públicas exigen medidas lo antes posible, empezando por recortar el déficit fiscal.
11 noviembre, 2011
<p>En verdad, la agencia desmintió sus propias calificaciones, pero dio detalles. En un corto mensaje, aclaró que Francia sigue en AAA/A1+, la mayor categoría posible. Un correo electrónico enviado “por error” anticipaba una baja de nota. Por ahora, en cambio, París sigue en el grado más alto. <br />
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“Debido a un descuido técnico, se difundió automáticamente a varios subscriptores del portal crediticio global S&P una evaluación sin fundamento”. Así indicaba la aclaración distribuida a toda la red de la agencia. “Las calificaciones sobre la república francesa permanecen en el escalón AAA/A1+ y con perspectivas estables. Este incidente –sostiene la calificadora- no se vincula con actividad revisora alguna. Estamos investigando las causas y responsabilidad”.<br />
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No es casual, empero, que el error coincida con un salto de diez puntos en los rindes de bonos decenales franceses, que subieron a 3,45% anual (su contraparte son papeles en descenso. El jueves, la prima exigida por los inversores para retener esos títulos trepó a 1,67% anual, récord desde que existe la Eurozona (1999). <br />
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Lógicamente desconfiado, François Baron –ministro de Hacienda- solicitó a los reguladores del mercado, dentro y fuera de la segunda economía europea, examinar los entretelones del asunto y sus consecuencias. Al respecto, Francia es uno de los miembros del g-20 que más presionan para poner coto al accionar de las calificadoras de riesgo soberano.<br />
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“Como es natural, Standard & Poor’s negó la especie y confirmo nuestras calificaciones”, decía el ministro desde Lion. “No obstante, la falsa información corrió como un reguero de pólvora”. También influyó un pronóstico de la Unión Europea, tan luego, según el cual el producto bruto interno de Francia crecerá en 2012 a menor velocidad que este año. O sea, a un ritmo inferior al que esperaba Nicolas Sarkozy. <br />
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Pero la CE no es tan optimista. Bruselas presume que el peso de la deuda pública llegará a 92% del PBI en 2013. Ese pasivo incluye el apoyo financiero a sus bancos y a otros países. Ambos factores desvelan al comisario Rehn, un ortodoxo a cuyo juicio “Francia debe desprenderse rápidamente de bonos italianos”. En realidad, BNP/Paribas –el mayor banco del país-.ha reducido 60% su exposición a esos títulos: de € 20.500 millones (30 de junio) a 8.300 millones a fin de octubre.</p>
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