Fondos mutuales, perjudicados por maniobras turbias

El New York Stock Exchange (NYSE) multará a las cinco mayores creadoras de mercado. Fidelity Investments exige suprimirlas. Pero dos fiscales involucran al megafondo en maniobras contra fondos mutuales, un sector que mueve siete billones.

20 octubre, 2003

La Bolsa de Nueva York ha resuelto multar en US$ 150 millones a los cinco principales “hacedores de mercado”. Se comprobó que esos especialistas maniobraban para impedir que los inversores obtuvieran el mejor precio posible en subastas directas. Entre los perjudicados, figuran fondos mutuales y jubilatorios.

Los sancionados son LaBranche & Co., Spear, Leeds & Kellogg, Fleet Specialists, Van der Moolen y Bear Hunter. Como no aceptan la decisión, irán a los tribunales.

Pero también intervienen dos fiscales y la Securities & Exchange Commission (Comisión Federal de Valores). La entidad quiere ampliar las investigaciones del NYSE a un lapso más largo y, además, estima que las multas son insuficientes.

En realidad, la SEC busca promover reformas en el régimen de subastas, que permitan competir a los operadores electrónicos. Por su parte, John Reed –interventor en el NYSE- confirmó hoy, lunes 20, que elevará esta semana varias propuestas, entre ellas una que afecta al segmento en discusión. Entretanto, en un gesto sin precedentes Fidelity Investments –poderoso grupo de fondos inversores-, exigía a la Bolsa de Nueva York “el fin del sistema de subastas a viva voz y un mercado totalmente electrónico”.

Fidelity se alinea con los grandes fondos jubilatorios (irónicamente, perjudicados por las maniobras que han salido a luz), que consideran anacrónico un sistema creado hace 211 años. Su clave son los especialistas que crean mercado para un papel y, por lo visto, no siempre son diáfanos. “Preferimos una mecánica electrónica, como la del Nasdaq”, declaró Scott DeSano, director de operaciones globales en Fidelity. “Inevitablemente, a eso se llegará. Le guste o no a la cúpula del NYSE”.

La caída de Richard Grasso –que aún no restituye un centavo de los US$ 139.500.000 otorgados por sus amigos del comité remuneratorio- y sus vínculos con maniobras contra un formador de mercado fueron esgrimidas como argumentos por DeSano. Curiosamente, Fidelity está controlado por los Johnson, un clan de Boston proclive a actuar entre bambalinas.

Hace casi un año, a la sazón, DeSano presentó una propuesta idéntica, pero sin respaldo de Fidelity. Reed está dispuesto a analizar la idea, aunque no la comparta. “Wall Street es hoy la única plaza relevante que mantiene el sistema de subastas a viva voz, con especialistas que arbitran entre vendedores y compradores”, admitió William Donaldson (SEC).

El problema no es el mecanismo sino una de sus opciones. Cuando las partes no se ponen de acuerdo, los especialistas (“hacemercado”) intervienen comprando o vendiendo con fondos propios. Éste es el aspecto menos transparente y sirve para abusarse de él en perjuicio de ahorristas e inversores.

Por el contrario, los sistemas electrónicos –Nasdaq, futuros en Singapur, etc.- permiten que diversos creadores de mercado faciliten operaciones con un papel dado. La compraventa es múltiple y no la maneja un solo árbitro.

La borrascosa polémica actual incluye un aspecto que hace a las reformas en el propio NYSE: el futuro de su división reguladora. Al parecer, tarda demasiado en descubrir ciertos abusos. Así sostiene el panel de la cámara baja que, esta misma semana, está interrogando a Reed, Donaldson y dos fiscales (Nueva York, Massachusetts).

Las cosas no paran ahí. William Galvin –precisamente el procurador general de Massachusetts- incluyó a Fidelity entre grandes operadores acusados de hacer negocios incorrectos a costa de fondos mutuales. Además de FI, están en la mira ejecutivos o ex ejecutivos de Morgan Stanley, Franklin Resources, Prudencial Securities y Putnam Investments.

Todos son investigados por transacciones irregulares a corto plazo. Galvin había empezado centrándose en agentes de PS, PI y MS en Boston. En la fase siguiente intervino Eliot Spitzer, su colega neoyorquino. Justamente, ante los legisladores el fiscal fue terminante: “estas acciones judiciales ponen en tela de juicio a los propios fondos mutuales, un sector que mueve US$ 7 billones”.

La Bolsa de Nueva York ha resuelto multar en US$ 150 millones a los cinco principales “hacedores de mercado”. Se comprobó que esos especialistas maniobraban para impedir que los inversores obtuvieran el mejor precio posible en subastas directas. Entre los perjudicados, figuran fondos mutuales y jubilatorios.

Los sancionados son LaBranche & Co., Spear, Leeds & Kellogg, Fleet Specialists, Van der Moolen y Bear Hunter. Como no aceptan la decisión, irán a los tribunales.

Pero también intervienen dos fiscales y la Securities & Exchange Commission (Comisión Federal de Valores). La entidad quiere ampliar las investigaciones del NYSE a un lapso más largo y, además, estima que las multas son insuficientes.

En realidad, la SEC busca promover reformas en el régimen de subastas, que permitan competir a los operadores electrónicos. Por su parte, John Reed –interventor en el NYSE- confirmó hoy, lunes 20, que elevará esta semana varias propuestas, entre ellas una que afecta al segmento en discusión. Entretanto, en un gesto sin precedentes Fidelity Investments –poderoso grupo de fondos inversores-, exigía a la Bolsa de Nueva York “el fin del sistema de subastas a viva voz y un mercado totalmente electrónico”.

Fidelity se alinea con los grandes fondos jubilatorios (irónicamente, perjudicados por las maniobras que han salido a luz), que consideran anacrónico un sistema creado hace 211 años. Su clave son los especialistas que crean mercado para un papel y, por lo visto, no siempre son diáfanos. “Preferimos una mecánica electrónica, como la del Nasdaq”, declaró Scott DeSano, director de operaciones globales en Fidelity. “Inevitablemente, a eso se llegará. Le guste o no a la cúpula del NYSE”.

La caída de Richard Grasso –que aún no restituye un centavo de los US$ 139.500.000 otorgados por sus amigos del comité remuneratorio- y sus vínculos con maniobras contra un formador de mercado fueron esgrimidas como argumentos por DeSano. Curiosamente, Fidelity está controlado por los Johnson, un clan de Boston proclive a actuar entre bambalinas.

Hace casi un año, a la sazón, DeSano presentó una propuesta idéntica, pero sin respaldo de Fidelity. Reed está dispuesto a analizar la idea, aunque no la comparta. “Wall Street es hoy la única plaza relevante que mantiene el sistema de subastas a viva voz, con especialistas que arbitran entre vendedores y compradores”, admitió William Donaldson (SEC).

El problema no es el mecanismo sino una de sus opciones. Cuando las partes no se ponen de acuerdo, los especialistas (“hacemercado”) intervienen comprando o vendiendo con fondos propios. Éste es el aspecto menos transparente y sirve para abusarse de él en perjuicio de ahorristas e inversores.

Por el contrario, los sistemas electrónicos –Nasdaq, futuros en Singapur, etc.- permiten que diversos creadores de mercado faciliten operaciones con un papel dado. La compraventa es múltiple y no la maneja un solo árbitro.

La borrascosa polémica actual incluye un aspecto que hace a las reformas en el propio NYSE: el futuro de su división reguladora. Al parecer, tarda demasiado en descubrir ciertos abusos. Así sostiene el panel de la cámara baja que, esta misma semana, está interrogando a Reed, Donaldson y dos fiscales (Nueva York, Massachusetts).

Las cosas no paran ahí. William Galvin –precisamente el procurador general de Massachusetts- incluyó a Fidelity entre grandes operadores acusados de hacer negocios incorrectos a costa de fondos mutuales. Además de FI, están en la mira ejecutivos o ex ejecutivos de Morgan Stanley, Franklin Resources, Prudencial Securities y Putnam Investments.

Todos son investigados por transacciones irregulares a corto plazo. Galvin había empezado centrándose en agentes de PS, PI y MS en Boston. En la fase siguiente intervino Eliot Spitzer, su colega neoyorquino. Justamente, ante los legisladores el fiscal fue terminante: “estas acciones judiciales ponen en tela de juicio a los propios fondos mutuales, un sector que mueve US$ 7 billones”.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades