Fintech, en abierto desafío a la banca

El sector enfrenta cambios inéditos impulsados por la velocidad de las comunicaciones. 

13 diciembre, 2017

Según el informe especial realizado por KPMG Argentina acerca de las fintech (soluciones de tecnología financiera) y su impacto en el sistema, “la actividad se enfrenta a un escenario inédito: al boom de las tecnologías emergentes como analytics avanzados, inteligencia artificial, tecnologías cognitivas, Internet de las cosas y blockchain, que aportan nuevos modelos de trabajo, se suma la creciente importancia de la experiencia del consumidor que impone estándares cada vez más altos en lo referente a procesos más ágiles y delivery de servicios hacia el cliente”, sostiene el trabajo. Agrega en otra parte que “los bancos tradicionales tienen el reto de adaptarse al proceso de transformación digital y al ingreso de nuevos competidores mucho más ágiles para adecuarse a las necesidades de sus clientes cuya actividad, por ahora, no está sujeta a las regulaciones del Banco Central. En tanto, una tercera línea de defensa requerirá un enfoque de auditoría basado en una mayor integración y coordinación de tareas con las áreas de sistemas, y otras especializaciones, que serán necesarias en esta nueva cultura digital.

Actualmente, el BCRA ha regulado ciertas iniciativas que intentan impulsar este cambio como, por ejemplo, asegurando que el dinero electrónico gane participación de mercado a través del DEBIN (método de débito inmediato que permite a empresas hacer cobranzas en tiempo real y sin costos) entre otras iniciativas que alientan el proceso digital. Sin embargo, aún resta camino por recorrer en lo referente a la adaptación de la normativa actual a los nuevos cambios en el mercado”.

El estudio indica que en una encuesta realizada por KPMG Internacional a ejecutivos de más de 160 instituciones financieras de 36 países, desde 2015 el sector lleva invertidos más de US$ 27 mil millones en soluciones fintech; y un 57% de los encuestados ubicó el tema como uno de los tres principales factores de disrupción en el sector, junto a la creciente complejidad regulatoria (51%) y los nuevos modelos de negocios (46%). Sin embargo, se agrega, si bien es evidente que los líderes del mercado tienen en mente la importancia de incorporar las nuevas herramientas tecnológicas a su negocio, aún no existe un consenso acerca del mejor modo de encarar esta transformación.

Fintech en Argentina De acuerdo al informe de KPMG, “en Argentina el desarrollo de la banca digital está aún en su fase inicial, aunque son varias las entidades que han dado pasos en esta dirección y existen proyectos planificados para 2018. Claros ejemplos de estas iniciativas lo conforman la alianza del Banco Comafi con PayPal y el desembolso de cuantiosas inversiones por parte de los grandes bancos en desarrollos tecnológicos (son destacables los casos de ICBC, que desarrolló una nueva aplicación que permite a los clientes depositar cheques sin tener que presentarse físicamente en una sucursal; Itaú, a través de la campaña Bankennials -una app muy amigable para los millennials-; y BBVA, con su aplicación de banca móvil, que lo ha llevado a ser elegido como el mejor banco digital del país; entre otros).

Estas medidas buscan brindar a los usuarios financieros determinadas funcionalidades, permitiéndoles la realización ágil y sencilla de sus transacciones bancarias en un marco de seguridad y eficiencia. Asimismo, esta tendencia ha sido impulsada recientemente por el regulador a través del DEBIN y la conformación de un nuevo banco digital, que se encuentra aún en proceso de autorización.”

Se afirma que entre los desafíos de la banca digital están adaptarse al marco regulatorio del país, que muchas veces funciona como barrera de entrada; y contar con la capacidad financiera que permita cubrir todos los riesgos del negocio aún en escenarios de estrés y captar fuentes rentables de financiamiento, mientras que de forma simultánea, deben trabajar para ganarse la credibilidad del cliente.

“El reto para los bancos tradicionales no es menor: precisan que sus colaboradores y empleados adopten una cultura digital sumamente orientada al cliente buscando integrar los nuevos procesos digitales a su gestión de riesgos; y lograr una estructura ágil que permita adaptar procesos y desarrollos con igual rapidez. Asimismo, en caso de que la entidad financiera incorpore una fintech, es crucial que la nueva firma posea prácticas y cultura similares”, agrega.

Se destaca, asimismo, que si bien se espera que el mercado fintech siga madurando y, a mediano plazo, el objetivo primordial de las organizaciones financieras al incorporar tecnología se desplace a buscar soluciones para las necesidades relacionadas con el mid- y back-office, debido al potencial de eficiencia que este tipo de herramientas puede aportar para estos sectores, “la tendencia de priorizar la interacción con el cliente como foco central de la innovación tecnológica parecería acentuarse en el futuro inmediato. Según líderes del sector consultados por KPMG, en los próximos tres años la inversión en fintech destinada al front-office se incrementará del 66% al 69%, mientras que el presupuesto destinado a las herramientas específicas para back-office caerá del 25% al 12%. Los procesos intermedios, sin embargo, se verían beneficiados con una suba de 7 puntos, pasando a un 19% del presupuesto total”.-

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