Fin del cepo “que no existía” y devaluación

 El ministro Alfonso Prat-Gay dispuso el retorno a la operatoria del mercado cambiario vigente en octubre de 2011, lo que implica la remoción de los límites para importar y la libertad de adquirir divisas hasta US$ 2 millones mensuales.

17 diciembre, 2015

El levantamiento del cepo tuvo efecto desde hoy: la deuda acumulada (importaciones y utilidades retenidas) se negociará mediante la colocación de bonos o con un cronograma que aún no se definió.

La primera jornada fue alentadora: el valor del dólar libre osciló entre $14 y 15, como el antiguo dólar blue o paralelo. Veremos en los próximos días si el mercado decide mantenerlo en ese nivel.

Desde la perspectiva de la consultora Ecolatina, los anuncios implican el levantamiento de las restricciones que tenían los distintos agentes económicos para demandar divisas en el mercado único y libre de cambios (MULC). En la práctica, y como esto seguramente conllevará un aumento de la demanda de divisas en el muy corto plazo que será superior a la oferta, se producirá una depreciación del tipo de cambio oficial.

El timing de la medida no es casual: no fue el 11 de diciembre, como había anunciado Macri poco tiempo atrás (debido a que era necesario tomar antes otras importantes medidas), pero tampoco podía demorarse mucho más por las expectativas generadas (que potenciaron el estrangulamiento externo existente).

En los primeros cinco días del nuevo mandato presidencial se tomaron medidas tendientes a preparar el terreno para la decisión de remover el cepo. Las principales concernieron a garantizar el robustecimiento del influjo del mercado de cambios: i) baja de retenciones agropecuarias e industriales, para apuntalar el ingreso de divisas comerciales en los próximos días; ii) fuerte suba de las tasas de interés en la última licitación de LEBACS, para acotar la dolarización incrementando el premio por invertir en pesos; y iii) negociaciones en los distintos mercados de futuros (ROFEX y MAE), para acotar la emisión de pesos (pérdida del BCRA) ante la unificación cambiaria.

A este conjunto de medidas se le puede sumar las distintas acciones para robustecer el alicaído stock de reservas del BCRA. El ministro mencionó avances en negociaciones para obtener potenciales ingresos de divisas financieras mediante distintas vías (préstamos de bancos extranjeros, canje de yuanes por dólares, etc.) por montos abultados. No obstante, lo cierto es que la remoción de las restricciones a la demanda de divisas se dará antes (o a lo sumo en paralelo) de que se concrete el ingreso de dichos fondos.

Con estos avances el equipo económico consideró que estaban dadas las condiciones para avanzar en el desmantelamiento del cepo.

La pregunta más importante que se desprende de los recientes anuncios es entonces a cuánto podría llegar a cotizar el dólar oficial en el corto plazo. Tomando en cuenta que el objetivo del equipo económico es unificar el mercado de cambios, los agentes esperan que la cotización del tipo de cambio oficial se aproxime al valor del dólar en los canales paralelos, es decir en el entorno de 14-15 $/US$ en el corto plazo.

El ministro no arriesgó un probable valor del dólar a partir de la liberalización del mercado, pero sí anunció un régimen de “flotación sucia”; esto quiere decir que en la práctica el BCRA intervendrá en caso que las presiones alcistas (bajistas) lo lleven a niveles muy elevados (reducidos).

 

 

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