Fazio peor, mientras se espera la vuelta de ABN Amro y BBVA
Los inspectores de Banca dItalia (central) le habían negado autorización a la OPA de Banca Popolare Italiana por AntonVeneta, pues habría puesto en insolvencia a la entidad. Pero Antonio Fazio apoyó a Giampiero Fiorani.
“La oferta pública accionaria de BPI, ex Lodi, por el paquete de Banca Antoniana Popolare Veneta le ocasionará a la adquirente un quebranto de € 1.400 millones. Eso puede generar una situación de insolvencia”. Asì dictaminó semanas atrás la inspección del propio banco emisor. Pero el presidente de Banca d’Italia prefirió apoyar a Fiorani y no tomó en cuenta ese informe, hoy público.
Apelando al asesoramiento de dos abogados ajenos al central, pero allegados al BPI, Fazio autorizó a último momento la OPA, a la cual se agregaba una oferta de canje accionario (OPAC), para cubrir ese agujero contable. Ahora, los técnicos del emisor, la Consob y la justicia -fiscalìas de Roma y Milán- convergen contra Fazio. Casi toda la prensa italiana pide la renuncia o la suspensiòn del alto funcionario, que no va a su despacho.
La cúpula del banco central, señala la procuración milanesa, “analizaba junto con Fiorani y Giovanni Consorte (director ejecutivo de Unipol, la eventual compradora de Banca Nazionale del Lavoro) estrategias para desplazar las propuestas de ABN Amro y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria”. Esta revelación puede hacer que holandeses y españoles retomen sus ofertas.
En una urgente reunión, convocada este jueves, la junta directiva de BPI estudiará una propuesta informal de ABN. En realidad, es una salida más o menos elegante: los holandeses tomarían el 30% que ha acumulado Fiorani al precio original de su propia OPA (€ 26,50 por papel). Eso permitiría desbloquear 40% de acciones de AntonVeneta que, sumándole la porción en manos de ABN (14,75%), daría vía libre a la compra.
Este arreglo influiría también en la otra OPA de ribetes escandalosos. Es la que terminó con el retiro de la propuesta de BBVA por BNL, donde Fazio operó con Consorte para imponer la oferta de Unipol.
“La oferta pública accionaria de BPI, ex Lodi, por el paquete de Banca Antoniana Popolare Veneta le ocasionará a la adquirente un quebranto de € 1.400 millones. Eso puede generar una situación de insolvencia”. Asì dictaminó semanas atrás la inspección del propio banco emisor. Pero el presidente de Banca d’Italia prefirió apoyar a Fiorani y no tomó en cuenta ese informe, hoy público.
Apelando al asesoramiento de dos abogados ajenos al central, pero allegados al BPI, Fazio autorizó a último momento la OPA, a la cual se agregaba una oferta de canje accionario (OPAC), para cubrir ese agujero contable. Ahora, los técnicos del emisor, la Consob y la justicia -fiscalìas de Roma y Milán- convergen contra Fazio. Casi toda la prensa italiana pide la renuncia o la suspensiòn del alto funcionario, que no va a su despacho.
La cúpula del banco central, señala la procuración milanesa, “analizaba junto con Fiorani y Giovanni Consorte (director ejecutivo de Unipol, la eventual compradora de Banca Nazionale del Lavoro) estrategias para desplazar las propuestas de ABN Amro y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria”. Esta revelación puede hacer que holandeses y españoles retomen sus ofertas.
En una urgente reunión, convocada este jueves, la junta directiva de BPI estudiará una propuesta informal de ABN. En realidad, es una salida más o menos elegante: los holandeses tomarían el 30% que ha acumulado Fiorani al precio original de su propia OPA (€ 26,50 por papel). Eso permitiría desbloquear 40% de acciones de AntonVeneta que, sumándole la porción en manos de ABN (14,75%), daría vía libre a la compra.
Este arreglo influiría también en la otra OPA de ribetes escandalosos. Es la que terminó con el retiro de la propuesta de BBVA por BNL, donde Fazio operó con Consorte para imponer la oferta de Unipol.
