Exportación de software: con el ojo en Latinoamérica
Luego de la crisis del 2001, la exportación de servicios de software tuvo en Argentina un periodo de crecimiento sostenido durante años sucesivos, consolidando a nuestro país como el tercer exportador de la región, detrás de Brasil y México, respectivamente.
29 agosto, 2012
<p>El huso horario, los costos competitivos, el buen manejo del inglés, la rápida adaptación al cambio y el espíritu emprendedor e innovador de los profesionales argentinos fueron posicionando positivamente al mercado local para la prestación de servicios en el exterior, fundamentalmente en Europa y Estados Unidos. En este contexto, las pymes argentinas encontraron su gran oportunidad para exportar. <br />
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En tanto, India continuó con su indiscutible liderazgo mundial con 50.000 millones de dólares anuales. Estados Unidos, por su parte, se mantuvo como el mayor demandante de servicios de software, seguido por Europa/Medio Oriente y África; Asia Pacífico y Canadá. Sin embargo, la crisis económica de los países denominados “desarrollados” desató distintas consecuencias que fueron cambiando progresivamente el panorama para la exportación de software. <br />
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Hasta hace pocos años, 85% del comercio internacional se concentraba en el hemisferio norte. Los vaivenes económicos de Europa y Estados Unidos, con la consecuente retracción de la demanda en la importación de servicios de software, generaron nuevas alternativas comerciales. Las pymes argentinas, de este modo, comenzaron a mirar la región latinoamericana y los países de Asia, fundamentalmente China, India y la región del Sudeste Asiático. Lentamente, el eje del comercio mundial de desplaza hacia otras latitudes. <br />
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La crisis de 2008 sirvió para que las pymes latinoamericanas identificaran las oportunidades de crecimiento más allá de sus fronteras, aumentando gradualmente su participación en el comercio global. Así lo indica un estudio del UPS Business Monitor Latin America (BMLA), el cual revela que el 80% de 800 altos ejecutivos de pymes encuestados en siete países de la región cree que el comercio mundial ha sido beneficioso para su desarrollo económico.<br />
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En paralelo, Argentina dejó de ser competitiva por su mano de obra barata, siendo superada por otros países como Perú o Colombia, por citar algunos ejemplos. Asimismo, el crecimiento de la inflación llevó también a las empresas a reconvertir algunos nichos como los servicios offshore y el outsourcing, que ya no son competitivos como antes. En esta línea, Argentina se esfuerza por mejorar su oferta en la calidad de los servicios. La ventaja cambiaria dejó de ser un valor diferencial. <br />
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Los profesionales argentinos continúan siendo bien ponderados en el extranjero, lo cual abre puertas comerciales en otros países de la región. Si bien nuestro país cuenta con una mano de obra calificada, este aspecto también es deficitario ante la gran velocidad con la que crece la demanda global. Según se desprende de un encuentro académico organizado en 2010 por el diario Clarín, de los 95.000 profesionales que egresan cada año en Argentina, apenas 3.500 están ligados a profesiones tecnológicas. <br />
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A su vez, en la década del noventa, la matrícula de las carreras sociales creció un 120%, mientras que en ingeniería cayó un 30%, junto con la desaparición de numerosas escuelas técnicas. Esto produjo un cambio de tendencia muy fuerte. <br />
Con sus luces y sombras, el mundo sigue presentando oportunidades interesantes para la exportación de servicios de software por parte de las pymes, pero el mercado latinoamericano busca paulatinamente hacerse un lugar. <br />
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<em><strong>Por Gonzalo Fernández Pazos, director de ExiSoft</strong></em></p>
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