Europa no reaccionó bien a la baja de tasas

El quinto descenso de las tasas de interés en Estados Unidos sólo provocó ascensos moderados en las bolsas europeas y, en algunos casos, pérdidas.

19 mayo, 2001

(EFE).- La nueva baja esta semana de las tasas de interés en Estados Unidos dejó frías a las bolsas europeas, que habían mantenido un compás de espera sobre esta medida y, tras ella, no reaccionaron con los ascensos previstos por los analistas.

Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), no dudó el martes en rebajar las tasas medio punto, hasta 4%, para alejar el riesgo de una recesión.

El quinto descenso del precio del dinero en Estados Unidos en lo que va de año provocó el miércoles subas bursátiles de 1,2% y de 0,7% en las plazas de Fráncfort y Londres, respectivamente, mientras que Milán y París cerraron con pérdidas moderadas.

El jueves, la fuerte subida de Wall Street a última hora de la jornada anterior, permitió alzas generales en todas las bolsas excepto en Milán, pero los expertos habían contado con ascensos aún mayores.

Las bolsas europeas terminaron la semana con leves subidas de entre 0,1% y 0,8%, pese al pesimismo reinante el viernes en el parqué estadounidense por las malas noticias de algunas firmas del sector tecnológico.

El euro tampoco se benefició esta semana del abaratamiento del dinero en Estados Unidos y, aparte de una recuperación momentánea tras conocerse la decisión de la Fed, incrementó su tendencia bajista y llegó a alcanzar los US$ 0,8727, el valor mínimo en lo que va de año.

El descenso de las tasas en Estados Unidos reduce el atractivo de los depósitos en dólares y pone de manifiesto la debilidad de la economía estadounidense, pero estos datos no han sido aprovechados por el euro.

La moneda única se mantiene en torno a US$ 0,87 y US$ 0,88 desde el pasado 10 de mayo, cuando el Banco Central Europeo (BCE) decidió bajar a su vez un cuarto de punto, hasta 4,5%, por considerar controladas las presiones inflacionistas a medio plazo.

Sin embargo, la inflación de los 12 países del euro alcanzó en abril 2,9%, el dato más elevado desde la introducción del euro en enero de 1999, según difundió el miércoles la oficina estadística comunitaria Eurostat.

Por otra parte, esta oficina informó de que la producción industrial de la zona euro cayó en marzo 0,2% respecto al mes anterior, frente al aumento de 0,5% de febrero.

A nivel comunitario, la semana volvió a estar marcada por la disputa entre España y Alemania sobre la ampliación de la UE hacia el este y la continuidad de las ayudas para las regiones menos favorecidas.

Alemania, que acusa a España de “vincular indebidamente” la ampliación de la UE a las ayudas estructurales para asegurarse la prolongación de estas últimas, pactó el miércoles una posición común con Francia que podría perjudicar a los intereses españoles.

Esta semana Alemania vivió una nueva huelga de los pilotos de la línea aérea germana Lufthansa, la tercera en menos de dos semanas, que provocó el jueves la cancelación de alrededor de 800 vuelos.

Ambas partes, que seguirán negociando el lunes, se mantienen firmes en sus respectivas posiciones.

Mientras que los pilotos reclaman un incremento salarial de, al menos, 30%, la compañía sólo está dispuesta a conceder una subida de 10,6% para los próximos cuatro años.

(EFE).- La nueva baja esta semana de las tasas de interés en Estados Unidos dejó frías a las bolsas europeas, que habían mantenido un compás de espera sobre esta medida y, tras ella, no reaccionaron con los ascensos previstos por los analistas.

Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), no dudó el martes en rebajar las tasas medio punto, hasta 4%, para alejar el riesgo de una recesión.

El quinto descenso del precio del dinero en Estados Unidos en lo que va de año provocó el miércoles subas bursátiles de 1,2% y de 0,7% en las plazas de Fráncfort y Londres, respectivamente, mientras que Milán y París cerraron con pérdidas moderadas.

El jueves, la fuerte subida de Wall Street a última hora de la jornada anterior, permitió alzas generales en todas las bolsas excepto en Milán, pero los expertos habían contado con ascensos aún mayores.

Las bolsas europeas terminaron la semana con leves subidas de entre 0,1% y 0,8%, pese al pesimismo reinante el viernes en el parqué estadounidense por las malas noticias de algunas firmas del sector tecnológico.

El euro tampoco se benefició esta semana del abaratamiento del dinero en Estados Unidos y, aparte de una recuperación momentánea tras conocerse la decisión de la Fed, incrementó su tendencia bajista y llegó a alcanzar los US$ 0,8727, el valor mínimo en lo que va de año.

El descenso de las tasas en Estados Unidos reduce el atractivo de los depósitos en dólares y pone de manifiesto la debilidad de la economía estadounidense, pero estos datos no han sido aprovechados por el euro.

La moneda única se mantiene en torno a US$ 0,87 y US$ 0,88 desde el pasado 10 de mayo, cuando el Banco Central Europeo (BCE) decidió bajar a su vez un cuarto de punto, hasta 4,5%, por considerar controladas las presiones inflacionistas a medio plazo.

Sin embargo, la inflación de los 12 países del euro alcanzó en abril 2,9%, el dato más elevado desde la introducción del euro en enero de 1999, según difundió el miércoles la oficina estadística comunitaria Eurostat.

Por otra parte, esta oficina informó de que la producción industrial de la zona euro cayó en marzo 0,2% respecto al mes anterior, frente al aumento de 0,5% de febrero.

A nivel comunitario, la semana volvió a estar marcada por la disputa entre España y Alemania sobre la ampliación de la UE hacia el este y la continuidad de las ayudas para las regiones menos favorecidas.

Alemania, que acusa a España de “vincular indebidamente” la ampliación de la UE a las ayudas estructurales para asegurarse la prolongación de estas últimas, pactó el miércoles una posición común con Francia que podría perjudicar a los intereses españoles.

Esta semana Alemania vivió una nueva huelga de los pilotos de la línea aérea germana Lufthansa, la tercera en menos de dos semanas, que provocó el jueves la cancelación de alrededor de 800 vuelos.

Ambas partes, que seguirán negociando el lunes, se mantienen firmes en sus respectivas posiciones.

Mientras que los pilotos reclaman un incremento salarial de, al menos, 30%, la compañía sólo está dispuesta a conceder una subida de 10,6% para los próximos cuatro años.

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